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A poco tiempo de implementadas las privatizaciones de empresas estatales en la década del 90 por el peronismo, apoyada por todos los partidos patronales, muchos municipios del Gran Buenos Aires tercerizaron, en las privatizadas, el cobro de impuestos y partes de las tasas por servicios generales (alumbrado, barrido y limpieza).
Un caso paradigmático de esta tercerización lo constituyen los casos de Edenor y Edesur. En 2002, más de 60 municipios cobraban en la boleta de luz parte el “alumbrado público” que históricamente lo cobraban los municipios por medio de las tasas por servicios generales. Las privatizadas convertidas en entes recaudadores cobraban suculentas comisiones por este “servicio”. Esta doble imposición, pagar “alumbrado público” a Edenor y a la Municipalidad, impulsó fuertes reclamos por parte de los contribuyentes que hicieron infinitos trámites para no pagar dos veces el alumbrado público.
En la década del 90, la morosidad en el pago de las tasas había subido fuertemente a caballo de la recesión, la desocupación masiva y el derrumbe de los salarios y jubilaciones. El contribuyente que ya no podía pagar la tasa municipal fue forzado a pagar parte de la misma so pena de quedarse sin luz.
En diciembre pasado el gobierno municipal de los hermanos Menéndez, en línea con el gobierno de los Fernández-Massa, implementó un tarifazo en las tasas por servicios generales del 100%. A este mazazo contra el bolsillo de la población trabajadora merlense el gobierno municipal aplicó otro tarifazo del 400 % en el “alumbrado público” que cobra Edenor por cuenta y orden del gobierno municipal. Este último, a diferencia del primero, ni siquiera pasó por el Concejo Deliberante que es una mera escribanía del Poder Ejecutivo.
Este tarifazo es siniestro se mire por donde se lo mire porque, en primer lugar, lo pagan todos los hogares merlenses paguen o no paguen las tasas. En segundo lugar, golpea el bolsillo de los hogares obreros más pobres porque el concepto de “alumbrado público” tiene más peso en el total de la boleta cuanto menor es el cargo a pagar por el consumo eléctrico. En general coincide que las boletas de menor importe son aquellas en que el consumo está subsidiado. Para ejemplificar: una boleta de enero con un consumo X de electricidad, incluido el “alumbrado público”, ascendía a $700 y en febrero, con el mismo consumo, la boleta asciende a $1.600. De este total, $1.100 corresponde a “alumbrado público”.
A pesar de los tarifazos a diestra y siniestra de los Menéndez, la inmensa mayoría de los trabajadores y sectores populares no cuentan con servicios públicos esenciales como agua potable, gas en red, pavimento, salud, alumbrado público, etc.
Está planteada la necesidad de impulsar una enérgica campaña de pronunciamientos contra los tarifazos en las tasas y en los servicios públicos esenciales y por la apertura de los libros contables de todas las empresas de servicios privatizadas para sacar a la luz todos los procesos de vaciamiento por parte de los capitales privados y proceder a la estatización completa bajo control de sus trabajadores y usuarios.