Dengue: otra epidemia que avanza a pasos agigantados

Escribe Antonella Efe

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América Latina está siendo víctima de la epidemia de dengue más grave de los últimos años.

En Argentina, para el dengue no hay cuarentena que valga, y avanza de manera alarmante. En sólo ocho meses, son casi 8.000 los casos confirmados y más de 26.000 los sospechosos. Los números superan de manera brutal los casos de COVID19, según los informes oficiales.

La Ciudad de Buenos Aires es una de las zonas más afectadas, con más de 4.000 pacientes y 2.500 casos confirmados, en su mayoría autóctonos. Los barrios que concentran el 80% de los casos confirmados son los correspondientes a las comunas 7 (Flores), 4 (Parque Patricios, Barracas, La Boca), 8 (Soldati, Lugano) y 10 (Floresta, Versalles, Villa Luro), las más pobres de la ciudad. No es casualidad que los puntos críticos se den en zonas de viviendas hacinadas, donde muchas veces escasean el agua corriente, las cloacas y la recolección de residuos, facilitando la propagación del aedes aegypti, el mosquito vector del dengue.

En números le sigue la provincia de Misiones -con más de 700 casos confirmados-, la provincia de Buenos Aires (más de 600), Córdoba, Tucumán y Jujuy. Hasta el momento se vieron afectadas 292 localidades de 16 provincias por el brote. El director del Grupo de Estudios de Mosquitos (GEM) advirtió que está todo dado para que haya una epidemia como la del 2016, que se trató del peor brote de la historia de nuestro país, con 76.000 casos confirmados.

Fumigar es insuficiente

El avance de la epidemia viene a dejar al desnudo el completo fracaso y la incapacidad de las campañas de fumigación que se implementan hace años por parte de los gobiernos. La fumigación sólo mata a una pequeña parte de mosquitos adultos, sin afectar a sus larvas y huevos; además, una vez que el insecticida se evapora o cae al piso, ya no ejerce ningún tipo de efecto sobre el mosquito.

Tampoco fueron suficientes las campañas de prevención. “Si eliminamos los criaderos de mosquitos, no hay dengue” rezaba una de las publicidades de Rodríguez Larreta, atribuyéndole el fracaso sanitario de su gobierno al vecino que no da vuelta un balde.

Para acabar con esta epidemia, son necesarias verdaderas medidas de fondo. Por eso se torna fundamental que, en este marco de una salud pública en crisis, desfinanciada y colapsada, los trabajadores le exijamos al Estado:

-Plan de urbanización de las villas; condiciones de vivienda dignas, agua corriente y cloacas. -Que se garanticen las tareas de descacharrado y fumigación con personal especializado y productos adecuados para las mismas. -Distribución gratuita de repelentes y artículos de higiene y desinfección. -Aumento de presupuesto para salud pública de manera inmediata. No al pago de la deuda pública.

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