Escribe Daniela Romano
Entrevista a Silvia Colque.
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Luego de un parazo el día lunes con un acatamiento del 80%, se conoció el decreto del gobierno con el pase a planta de 3.200 trabajadoras de ordenanza, incorporadas en el período de 2011 - 2018. Una lucha que lleva más de una década para acabar con los contratos precarizadores que el gobierno y la burocracia de ATE, AMET y UPCN, sostienen. En el último período habían profundizado esta política con la incorporación de personal de maestranza en toda la provincia mediante la remuneración de los planes Potenciar.
Meses antes, las "Ordenanzas Unidas" autoconvocadas se organizaron en distintos puntos de la provincia en asambleas donde resolvieron campañas por el pase a planta, la declaración de trabajo insalubre, el 82% móvil y paros de 24 a 48 horas.
Durante la "mesa" de negociación el gobierno dio la directiva a los gremios de despejar la calle y mandar a las casas a todas las bases salvando al aparato burocrático Estatal ATE que ha sido sistemáticamente cómplice de sostener la explotación, incluso en pandemia, donde no hubo la incorporación de personal de maestranza en las instituciones. Ahora, en medio de la crisis del dengue, es la mano derecha de Sáenz y su ministro de educación Cánepa para impulsar la 5ta hora, recayendo en más sobretrabajo en escuelas donde hay uno o dos ordenanzas para ambos turnos. Al respecto de esta lucha, hablamos con Silvia Colque, trabajadora de ordenanza que fue parte de este proceso de autoconvocatoria.
¿Cuál es tu balance de esta lucha?
Por un lado, estamos muy contentas y dándonos cuenta que nosotros mismos podemos obtener lo que necesitamos unidos e independientes de las burocracias que son las que por años nos han llevado a peores condiciones laborales, hoy por ejemplo la 5ta hora, recayendo en más trabajo para nosotras que ya nos hacemos cargo no solo de la higiene y limpieza de las escuelas sino también de atender los comedores, cocinar, servir en ambos turnos y la copa de leche.
¿Por qué la autoconvocatoria?
No estábamos en las calles porque queríamos, estábamos por que el gobierno y la burocracia sindical nos obligaron a salir, así lo comprendieron los compañeros y así fue que nos quedamos hasta que nos entregaron todo firmado, con fecha, y número de decreto, subieron casi de modo inmediato al boletín oficial el decreto y listado porque si no salía el decreto, estábamos preparadas para el acampe y se sumaban compañeras de toda la provincia al paro por tiempo indeterminado.
Veo los mensajes de las compañeras y compañeros y me llena de gusto haber estado con algunos de los viejos compañeros en esta lucha, nos llevó tiempo hacer que comprendan que teníamos que unirnos y salir todos juntos.
¿Qué hicieron los sindicatos cuando vieron que el movimiento crecía?
Durante la lucha hubo muchos aprietes a los compañeros de parte de los gremios, pero no dejamos de insistir que había que parar, aunque nos descontaran, porque sólo así aseguraríamos el pase a planta permanente. Ganamos a más compañeras a sumarse al paro y sabíamos que si lo hacíamos todos, el gobierno no podría tocarnos los bolsillos.
¿Qué papel jugaron las asambleas?
Las asambleas fueron claves para discutir y tener un diálogo entre todos y luego votar. Es lo que nos llevó aquí adonde estamos: pase a planta permanente. Ahora se viene la paritaria, la lucha por un salario que nos alcance, luego recuperación de todos los años trabajados en negro, el 82 % móvil. Insalubre. Y la lucha por la incorporación de más personal y el pase a planta del conjunto de las compañeras que cobran el potenciar.
Ayer también denunciamos que a falta de trabajadores adentro de las unidades educativas nos sobreexplotan más. No garantizan la limpieza, higiene y atención que necesitan los niños, que el gobierno, las intendencias y la burocracia son cómplices de la explotación laboral adentro de los establecimientos por dos monedas y sueldos de miseria.
Ahora vamos a luchar por el pase de las compañeras que cobran el Potenciar a las cuales están dando de baja por cualquier motivo, si faltan por enfermedad o si tienen alguna necesidad de licencia. Hay ordenanzas que cobran $ 3000, trabajan de 6 a 8 horas, mujeres grandes de edad, 16 años trabajando y los burócratas de ATE se hacen los que desconocen esta situación.