Escribe Mariano Hermida
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Docentes del Nivel Inicial se movilizaron masivamente para exigir a las autoridades del distrito que se tomen medidas para preservar la integridad física y psíquica de las compañeras, que vienen sufriendo ataques y situaciones de violencia en sus lugares de trabajo.
En los últimos días, el Jardín 933, ubicado en Virrey del Pino, fue el centro de los ataques a raíz de una denuncia de un supuesto abuso. Lo mismo ocurrió con el Jardín 961 de Rafael Castillo. Según un relevamiento que realizaron las compañeras, en el último tiempo se dieron situaciones de escraches y denuncias en más de quince jardines de Matanza. En todos los casos, ninguna de las compañeras fue hallada culpable por la Justicia, pero sin embargo son apartadas de sus cargos por orden de la Dirección General de Escuelas, estigmatizadas por los medios de comunicación, no se les provee la asistencia de la ART, son presionadas por las inspectoras para que “hagan silencio” y no comenten las situaciones por las que atraviesan, entre otros. Desde hace tiempo la docencia viene reclamando la implementación de un protocolo de cuidado para aplicarse en los casos correspondientes, exigiendo al mismo tiempo que el Estado acompañe a las familias y proteja a las infancias con los recursos que posee. La crisis y la descomposición general del régimen termina explotando al interior de las escuelas, y la docencia es carne de cañón.
La movilización de las docentes primero se dirigió a la sede del SUTEBA La Matanza, para exigirle a su conducción que otorgue las licencias gremiales para poder justificar el día e increparon a la directiva por no acompañar sus reclamos. En las horas previas a la marcha, la dirección celeste improvisó una serie de reuniones con funcionarios distritales y provinciales para intentar desactivar la movilización, pero fracasó. En un video posterior, la burocracia de la celeste acusó falsamente a las compañeras de “violentas”, cuando los reclamos fueron absolutamente pacíficos. Luego de conquistar las constancias, la movilización se dirigió a la Jefatura Regional para realizar los reclamos ante las autoridades, pero se encontraron con la puerta de la Jefatura cerrada. Los funcionarios como no tienen para dar ninguna respuesta, decidieron esconderse. En la asamblea que se desarrolló en la puerta de la Jefatura, luego de un debate, las maestras votaron realizar una nueva movilización para el miércoles 3 de mayo y convocan al resto de los niveles educativos a sumarse.
Esta irrupción de los “guardapolvos cuadrillé” se da en el marco de una tendencia huelguística que se viene desenvolviendo entre la docencia bonaerense y que quedó de manifiesto en un gran paro provincial de 48 horas la semana pasada. Las autoconvocatorias, las asambleas, manifestaciones y la preparación de la huelga general se encuentran a la orden del día.