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El pasado domingo 21 de mayo, se produjo un caso de gatillo fácil alevoso en la localidad de La Reja: Lucas Mallea, policía bonaerense, fusiló por la espalda a Andrés Carbonel, un delincuente que lo había interceptado para robarle la moto.
Si bien en un primer momento el agente enfrentó el delito de "homicidio agravado" por el uso de arma de fuego y por ser efectivo de una fuerza de seguridad, luego de declarar frente al juez y plantear que actuó luego de ser amenazado él y su novia con un arma de fuego -aunque luego se confirmó que era falsa- la carátula de la causa cambió por uno más atenuado "homicidio en exceso de legítima defensa". En el video del hecho, que fue profusamente difundido por todos los canales de televisión, no se observa ninguna amenaza, sino al ladrón intentando hacer arrancar la moto del policía mientras su cómplice huye y el policía que se aleja unos pasos para hacer blanco por la espalda, con completo dominio de sus actos. De acuerdo a su propia declaración, efectuó cuatro disparos y le quedaban todavía 10 proyectiles más en el cargador.
El hecho volvió a colocar en agenda la cuestión represiva. Patricia Bullrich, mentora de la ´doctrina Chocobar, salió a apoyar la acción del policía. Por su parte, el ministro “Wado” De Pedro, luego de criticar a Bullrich por “politizar” el hecho, habló de "mano muy firme con el crimen organizado y con los funcionarios que tienen que ver con las áreas de combate”. Para concluir, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, planteó: "estoy convencido que fue un acto de legítima defensa", y remarcó que "La Policía debe tener el respaldo necesario para poder cumplir su rol: cuidar a la ciudadanía". Los defensores de la "mano dura" no dudaron en esconder su apoyo a una fuerza policial que ha hecho del gatillo fácil una política.
Los casos de gatillo fácil en Moreno son moneda corriente. En lo que va del año, sumando el caso del pasado domingo, van al menos cuatro casos que han llegado a los medios por la movilización de las familias de las víctimas.
El 31 de diciembre de 2022, un joven de 26 años, Agustín Valdéz, fue asesinado de un balazo en la espalda, luego de una discusión callejera con un policía fuera de servicio. Por el homicidio detuvieron a un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) Walter Fernández.
En marzo, un policía mató a Mateo González, un menor de 17 años, luego de propinarle un tiro en la cabeza mientras circulaba en un auto denunciado como robado en La Reja.
El pasado 20 de abril, en la localidad de La Reja, fue asesinado Walter Aguilera, de 32 años, quien luego de protagonizar un accidente de tránsito menor, fue arrestado y alojado en la comisaría 7ma de Moreno, donde muere presuntamente a causa de un paro cardiaco. La familia denuncia que el cuerpo de Walter estaba golpeado y acusa a la policía de su asesinato.
La defensa a ultranza del gatillo fácil (por acción u omisión) por parte de Berni y Bullrich es la expresión política de un régimen social que no puede garantizar la seguridad para el pueblo trabajador, que es el que padece tanto los hechos delictivos como los atropellos y abusos policiales.
Los políticos patronales y la burguesía, en ocasiones, intentan desvincularse de su responsabilidad en la descomposición social de este régimen capitalista que necesita de estas fuerzas represivas totalmente putrefactas para sostener un sistema social de explotación y miseria. Los Berni y los Bullrich actúan como sus personeros frente al aparato represivo, donde anida el corazón del crimen organizado.
