Vicentin pasa a Glencore, que pasa a Viterra y que se la queda Bunge

Escribe Norberto Malaj

Tiempo de lectura: 3 minutos

Los ´nac&pop´ pasarán a la historia como los mayores facilitadores del desfalco y vaciamiento de una de las pocas empresas del agronegocio nacional. Vicentin era una compañía que competía en el negocio de la producción de harinas y pellets a base del acopio y exportación de granos.

Ahora se vino a saber, por un artículo del Cohete a la Luna, que el directorio de Vicentin había vendido el 16.67%, del principal activo de la empresa a una firma desconocida, dos días antes de entrar en cesación de pagos, por una cifra de 1.600 millones de dólares con agricultores, bancos y proveedores. La desconocida era testaferra del pulpo con el que la empresa compartía ese activo. Se trata de “la planta extrusora de Renova en Timbúes, a la vera del Paraná y con puerto propio, la (planta) más grande del mundo”. Su propiedad se dividía por igual entre Vicentín y Viterra, subsidiaria del trader anglo-suizo Glencore. Glencore se hizo, sobre fines de 2019, de dos tercios de Renova. Todo esto mientras el gobierno ´nac&pop´ se jactaba de buscar la nacionalización de la cerealera.

El acuerdo que llevó a Viterra-Glencore a apropiarse de ese 16.67% de Renova estableció que se debía modificar el estatuto de esta sociedad dándole al 66.67% de las acciones del pulpo internacional un carácter privilegiado (tipo A). No así al restante 33.66%, en poder de Vicentin.

Vicentín recibió 122 millones de dólares por ese 16.67%, dinero que el directorio esfumó. “¿El destino? Pagos a otras empresas del grupo Vicentín, pagos a Viterra y pagos a Renova (¡!). O sea, lo que Viterra cobraba con su mano izquierda lo pagaba con su mano derecha”. En enero de 2020, Vicentín cedió el uso del 33,33% que le quedaba de Renova a Viterra. Cuando en febrero de 2020 Vicentín presenta su concurso preventivo denuncia que solo posee el 33,33% de RENOVA. En mayo se modifica el estatuto de ésta en los términos señalados. En febrero de 2022 se incluyó en la propuesta del concurso para evitar la quiebra de Vicentin la venta previa del 33,33% de las acciones de Renova que eran de Vicentín a Viterra a una cifra de 310 millones de dólares al tipo de cambio oficial.

Vicentín posee otras plantas en el norte (Avellaneda) y el sur de Santa Fe. La propuesta de acuerdo de Vicentín es un completo “desguace de la compañía”: “las plantas y puertos de San Lorenzo, Ricardone y Timbúes se lo reparten en una liquidación privada Bunge y Viterra. Y algo va para ACA, para darle un barniz de argentinidad …En una serie de contratos amañados, Bunge y Viterra quedan en control de las plantas del sur a precio de remate, las que se irán pagando solas por su alta productividad”. Bunge y Viterra acaban de fusionarse a nivel global y se transforman virtualmente en el mayor trader mundial de agronegocios. En Argentina sumando los negocios de ambas pasan a encabezar el comercio exterior del país. El ´Estado presente´ nada ha dicho frente al desfalco que sufrió Vicentin a manos de estos pulpos. Tampoco frente al abuso monopólico mediante el cual estos actúan como agentes de cobro de las retenciones que se aplican a la producción granaria. Los traders aplican en forma irrestricta la retención del 33% a cada compra de grano; pero sólo el 10% se exporta como tal. El 90% se procesa como harinas o pellets que tributan el 31% en el caso de la soja. Ese 2% se lo apropian. A esto corresponde agregar que el complejo sojero subfactura sistemáticamente sus exportaciones. Investigadores estiman que alrededor del 9% del total de lo exportado sufre ese fenómeno: son más de 2.200 millones adicionales, de los cuales 700 millones corresponden a retenciones aplicadas a la producción, no liquidadas al fisco.

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Vicentin: de la expropiación al desguace Por Juan Ferro, 04/05/2023.

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