Escriben Alejandro Barton y Andrea Pepin
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El pasado jueves 15, en CABA, se llevó adelante el paro convocado por Ademys con un acto frente al Palacio Pizzurno y movilización a la Casa de la Provincia de Jujuy. UTE no convocó a parar. Se limitó a reclamar la apertura de la mesa de negociación salarial, a realizar "jornadas de protesta" y a denunciar por redes la criminalización de la protesta en Jujuy. El resto de los sindicatos docentes de CABA se llamaron a silencio.
El paro contó con un importante porcentaje de adhesión de la docencia de CABA, en medio de una jornada de lucha a nivel nacional. Además de desarrollarse en apoyo a las huelgas iniciadas en Salta, Jujuy y otras provincias en lucha, el paro canalizó el malestar docente frente a un derrumbe salarial que cuenta con la anuencia de UTE. La burocracia simula una acción de lucha con su reclamo de apertura de la mesa de negociación salarial, cuando a nivel nacional acaba de negociar un techo salarial de $160.000 con el gobierno nacional.
En el acto intervinieron miembros de Atech (Chubut), que protagonizan una lucha contra la persecución judicial del gobernador Arcioni; de Adosac (Santa Cruz), que están en lucha por el salario desde hace dos meses; delegaciones de Amsafe (Santa Fe), que vienen de parar ante las balaceras de los narco contra escuelas; Sutebas de Marcos Paz y Tigre que denunciaron los aprietes del gobierno de Kicilof; autoconvocados de Formosa y referentes de ATEM (Misiones).
El paro convocado por Ademys no fue concebido con la misma perspectiva que la del movimiento autoconvocado en Salta y en Jujuy, por nombrar los dos ejemplos más resonantes. Dichos procesos se desarrollan con absoluta independencia de la burocracia de CTERA; en cambio, la dirección Multicolor en Ademys sostiene la línea de presión a la burocracia: “Exigimos a CTERA que rompa su tregua con el Gobierno nacional y convoque a un gran paro para el 15/6” (Portal de Ademys, 12/06).
En el propio desarrollo del acto se observaron dos perspectivas sobre las huelgas en curso y sus proyecciones. En efecto, las intervenciones de la directiva de Ademys, así como las de los SUTEBA dirigidos por la Multicolor, exigieron a CTERA un paro nacional. Por otra parte, las intervenciones de Atem (Misiones) y de los autoconvocados de Formosa señalaron el protagonismo de los movimientos autoconvocados que se desarrollan en el país y la necesidad de coordinar los procesos de lucha independientemente de CTERA.
Las huelgas docentes en Salta y en Jujuy no responden a la rutina de una lucha sindical corriente. La adhesión de distintos gremios a la movilización docente en Jujuy y la extensión del proceso a toda la provincia son un embrión de huelga general de masas independiente de la burocracia. Para impulsar esta perspectiva es necesario impulsar asambleas de todo el gremio en CABA e iniciar una campaña de coordinación con los movimientos autoconvocados del país y sindicatos en lucha. Tendencia Docente Clasista milita por su desarrollo como herramienta para que los trabajadores triunfemos en nuestra lucha por nuestras condiciones de vida.
Para promover esta perspectiva es necesario impulsar asambleas de todo el gremio en CABA e iniciar una campaña de coordinación con los movimientos autoconvocados del país y sindicatos en lucha.
Ninguna exigencia a CTERA abrirá un camino. El hecho de que luego de la brutal represión del sábado CTERA convoque a parar tardíamente para el jueves 22, luego de semanas parálisis ante las diversas huelgas provinciales, pone en evidencia que actúa de bombero.
Martes 20, 12 horas, nos movilizamos con el Encuentro de Memoria Verdad y Justicia a la Casa de Jujuy (Santa Fe 900) contra la represión al pueblo de Jujuy.
Jueves 22 paremos en el marco del paro nacional de CTERA.
Impulsemos una campaña por la huelga general.