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El plenario de delegados se reunió de urgencia ante el llamado por parte del ministerio de Trabajo a reunión de conciliación para suspender el paro declarado para el viernes 23. Lo hizo sin mandatos de asamblea. Lo que en el pasado era una excepción se convirtió en regla. Objetivamente el conjunto de las decisiones han pasado al cuerpo de delegados, que sólo se reúne cuando los convoca el Secretariado.
La conciliación se decreta en la fecha del cierre de listas para las elecciones de la Ciudad. Larreta podría estar maniobrando para conseguir una “paz social” en las PASO. "Wado" De Pedro aprobaría.
En este cuadro, la Directiva planteó abiertamente levantar las medidas de acción de cara a la reunión del 26 de junio; el paro del viernes fue convertido en jornada de agitación (acto en Estación Primera Junta).
Desde los delegados del taller Rancagua se planteó la necesidad de movilizar el día 26. Frente a la negativa de Pianelli, el planteo fue reiterado en una segunda intervención. Pianelli sostiene que no hay que arruinar la primera reunión que convoca el Gobierno.
Desde el PTS plantearon parar el Subte, en el marco de la movilización de la CTA contra la represión de Morales; fue una moción de propaganda para difundir en Jujuy.
Existe una unidad política entre lo que sucede en Jujuy y los desafueros y despidos en el Subte, toda vez que está en juego el derecho a organizarse y luchar, así como la organización sindical y las condiciones de trabajo. La judicialización a los delegados y directivos del Subte con pedidos de desafueros y telegramas de despidos van en ese sentido. Un delegado de la Línea A, aun reivindicándose peronista, planteó expulsar a todos los peronistas de Jujuy por la complicidad con Morales. Nuestra posición es que la Directiva y el Plenario de Delegados tienen la responsabilidad de declarar una huelga indefinida por el cese de los desafueros, la eliminación del asbesto y el doble franco.
La política de la dirección contrasta con la disposición a la lucha se desarrolla en la base. El clima de bronca contra la empresa sigue creciendo.
Los esfuerzos por parte de la dirección del sindicato por dosificar las medidas de lucha estuvieron destinados a obtener del Ministerio una reunión de conciliación. Es la política del kirchnerismo sindical.
El argumento de que una lucha a fondo "le convendría a la empresa" es inusitado. Se supone que los patrones no quieren una “lucha a fondo” de parte de los obreros. Los cortes de ruta en Jujuy contra Morales son un ejemplo de lucha a fondo – sería un provocación decir que le hacen el juego al Gobernador. El apaciguamiento ha sido respondido por la empresa con nuevos ataques – descuentos de salarios. La negativa a movilizar vuelve a colocar entre cuatro paredes una discusión que es de interés de todos los trabajadores del subte y deja desarmado al colectivo obrero frente a la patronal. Esto, en momentos donde el escenario nacional muestra que solo la movilización obrera de conjunto puede imponer reivindicaciones y marcar la cancha.
Contrariamente, es necesario el llamado a asamblea para deliberar sobre la situación en curso.