CABA: descuentos masivos a la docencia y paro de no inicio

Escribe Andrea Pepin

Tiempo de lectura: 2 minutos

El Gobierno de la Ciudad, indiscriminadamente, ejecutó descuentos masivos a los docentes que participaron de las últimas huelgas.

El 31 de agosto, la docencia fue anoticiada a través del recibo de sueldo de la aplicación de descuentos masivos y en casi todos los ítems que conforman el salario. El saqueo fue de 20 mil a 50 mil pesos entre los días de paro, el presentismo y el aguinaldo, entre otros.

Pero la provocación de Larreta y Acuña no terminó con los descuentos. Redoblaron la apuesta contra los trabajadores depositando un plus a quienes no pararon, quienes además recibieron un mail en su correo con una felicitación por no haber ido a la huelga. Muchos de los docentes que recibieron este "plus" han tomado licencias médicas por enfermedad, por lo que queda de manifiesto que el candidato Larreta busca boicotear la huelga y amedrentar a la docencia y promover el enfrentamiento entre los propios trabajadores.

A poco de que se diera a conocer este atropello, la docencia de CABA realizó el paro número 14 desde el inicio del ciclo lectivo. Fue convocado únicamente por Ademys, con bajo nivel de militancia entre los trabajadores de la educación, y con una convocatoria sobre la marcha, recién el fin de semana del preludio al día del paro. Por su parte, UTE, el "sindicato kirchnerista", se expresó solo con flyers en rechazo a las últimas maniobras de Acuña y Larreta pero ni asomó la cabeza con respecto a empujar a la docencia y afiliados a la lucha para pararles la mano.

Las consignas del paro fueron el aumento salarial, contra el ataque al estatuto, contra el vaciamiento en educación especial y por mejores condiciones de enseñanza y aprendizaje en las escuelas. No obstante, se fueron sumando consignas de urgencia ante nuevos avasallamientos del gobierno de la Ciudad al sistema educativo que reemplazó de manera inconsulta la enseñanza de idiomas por una app digital.

El paro de "no inicio"

La adhesión al paro del 31 de agosto fue, en líneas generales, más baja que en las anteriores, silenciado por propios y fuertemente boicoteado por la dirección del Gobierno de la Ciudad con consignas inconstitucionales y antiobreras como el "reconocimiento económico proporcional a la asistencia". Era lo esperado.

En un año donde nuestros salarios vienen perdiendo brutalmente contra la inflación, los docentes debemos trabajar entre dos y tres cargos para alcanzar a cubrir los gastos básicos. Este recorte indiscriminado atenta contra nuestra vida, no podemos quedarnos de brazos cruzados, luchemos por los reintegros de los descuentos, por la recomposición salarial, por un salario igual a la canasta familiar por cargo de jornada simple indexado a la inflación mensual.

¡Vamos por la huelga educativa hasta alcanzar todas nuestras reivindicaciones!

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