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En menos de un mes, la provincia ha “cambiado de color político”, si se atiende a quiénes fueron los vencedores y vencidos en las primarias provinciales y luego, en las nacionales. El macrismo, que salía airoso de las PASO provinciales con el 65% de los votos de las manos de Pullaro al frente de un rejunte de derechistas y socialistas, no encontró el mismo resultado el pasado domingo.
Como en otras partes del país, Milei se hizo con el 34,5% de los votos, ganando en los 19 departamentos de la provincia. El macrismo fue relegado a un segundo lugar con el 30,6%. Milei prácticamente no participó de la campaña, no habilitó ninguna ´franquicia´ local ni candidatura, aunque hubo cientos de precandidatos que pretendieron usufructuar su impronta para sus campañas.
El cuadro se termina de componer con la catastrófica derrota de Unidos por la Patria. Massa y Grabois apenas superaron el 20% de los votos, una votación por debajo de lo que sacó el candidato de Perotti, Marcelo Lewandoski, a la categoría de gobernador en julio pasado.
Pullaro, quien pica en punta en la elección a gobernador, no tardó en florear a Milei, atribuyéndole que “supo interpretar muy bien la angustia social” y canalizarlo como un “voto bronca”. Perotti, manifestó “no estar muy sorprendido” por el caudal de votos del bolsonarista y que “en todo caso hay que enojarse con los actores políticos que no están dando respuestas” (La Capital, 14/08).
La política provincial se ordena y desordena ante cada una de las crisis políticas que suceden. Quienes habían ungido a Pullaro como líder de una huérfana oposición, luego del fallecimiento del socialista Lifschitz, deben revisar sus afirmaciones. Lo mismo desde el peronismo, que, con la conciencia plena de su derrota, está buscando replegarse en las bancadas legislativas. Perotti, por su parte, ha perdido el apoyo de la mayoría de los sectores. El socialismo, que a nivel nacional forma parte de la coalición de Schiaretti-Randazzo, apenas superó el 3% de los guarismos.
Por su parte, la lista acuñada por Del Frade, Frente Amplio por la Soberanía, quien recepta exsocialistas, PCR y el centroizquierda, alcanzó sólo el 0,6% de los votos y no pudo superar el piso. El FIT-U logró hacerse con el 1,81%, pero a diferencia de las elecciones provinciales, en las que se impuso el tándem PO oficial-MST, el PTS ahora superó al aparato del PO y el MST por más del doble de los votos. No obstante, se refleja una caída de prácticamente 10.000 sufragios en menos de un mes, incluso a pesar de la mayor participación electoral.
Política Obrera obtuvo 3.578 votos. Difundimos los planteos de la candidatura presidencial en las ciudades de Santa Fe, Rosario y el cordón industrial de San Lorenzo, agitando en escuelas, hospitales y fábricas nuestros materiales y realizando pintadas con nuestra consigna “Que gobiernen los trabajadores”.