Sáenz, Massa y la ´unidad nacional´ contra los trabajadores

Escribe Violeta Gil

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Luego de la derrota del aparato de gobierno en las PASO, Gustavo Sáenz, que aseguró su continuidad por cuatro años en Salta adelantando las elecciones provinciales, se pronunció públicamente por el apoyo a Sergio Massa como candidato presidencial.

Los resultados de las PASO en Salta pusieron de manifiesto la fragilidad sobre la que navega el gobierno provincial. De conjunto, el candidato a diputado nacional de Sáenz, Pablo Outes, quedó 3-0 debajo de la candidata de Milei, la ignota Emilia Orozco.

Fragilidad

Sáenz gobierna la provincia con una coalición entre peronistas, romeristas, radicales, PRO, renovadores, inclusive kirchneristas. Es decir, una coalición que reúne a los mismos bloques que en las nacionales llevan listas enfrentadas. Por esto, Sáenz adelantó las elecciones provinciales y suspendió las PASO, en un intento por barrenar la crisis que estalló de todos modos.

El gobernador que se proclama defensor de los intereses federales, "for export", se ha caracterizado por representar la agenda inmediata de los intereses del gran capital asentado en la provincia, los pooles de siembra y los agroexportadores; los especuladores inmobiliarios y los negociados del turismo; el lobby con las empresas de transporte y las empresas mineras. Sáenz pugna junto a los gobernadores "del norte grande" por los recursos que a nivel nacional benefician a los grupos capitalistas concentrados en la Capital, en desmedro de los capitalistas locales. El federalismo es del capital. Mientras la clase obrera y los explotados en todo el país, sin distinción de región, son la carne de cañón de la confiscación sistemática que ha llevado adelante el gobierno de los Fernández-Massa. Por caso, Salta es la provincia con mayor pobreza medida según cantidad de habitantes, con el 50% de los trabajadores en condiciones de precariedad y un salto drástico en el colapso sanitario y habitacional.

Sáenz sigue el libreto de los tarifazos y la devaluación. Frente al cuadro de bancarrota financiera de la Argentina, promueve el desconocimiento de los convenios colectivos de trabajo, la tercerización y la miseria salarial de los trabajadores estatales. Los recursos de la provincia han sido destinados a las obras de infraestructura que reclaman las empresas mineras como gasoductos y rutas en desmedro de las necesidades del pueblo salteño, como agua, vivienda, salud y educación.

Unidad antiobrera

Sáenz y Massa son promotores de un frente de unidad nacional. Pretenden acaudillar a los gobernadores contra el planteo de Milei, que postula eliminar la cooparticipación y la obra pública en las provincias. Esta ´unidad nacional´ defiende los intereses de la ´patria contratista´.

La ´unidad nacional´ supone un ataque a fondo contra los trabajadores, lo que indefectiblemente desatará, a término, una reacción popular. Sáenz no escarmienta: luego de las elecciones salteñas, lo desafió una rebelión encabezada por la docencia autoconvocada, bajo la consigna de salario inicial equivalente al costo de la canasta familiar, indexado por inflación.

La crisis política es excepcional. Sáenz y Massa para imponerse necesitan reconstruir un régimen político en completa desintegración.

Nuestras tareas

Se presenta, como una tarea de primer orden, enfrentar el gigantesco operativo de extorsión contra los trabajadores, impulsado por la burocracia de los sindicatos. La burocracia llama a los trabajadores a bajar cualquier lucha y cerrar filas detrás de Massa, en nombre de evitar el progreso de Milei. El verdadero antídoto contra el progreso de libertariano proto fascista es enfrentar la agenda reaccionaria del capital hoy, encarnada por Sergio Massa, que se desenvuelve con una confiscación de los trabajadores, sumidos en la miseria más insoportable. Esperar a octubre significa resignar posibilidades de lucha.

La experiencia que los trabajadores vamos a recorrer en este periodo va a ser fundamental para nuestra acción política y consciente en el próximo período. Las autoconvocatorias, la coordinación de nuestras luchas y la huelga general son nuestras herramientas fundamentales.

Desde Política Obrera, que nos propusimos intervenir con este enfoque, impulsamos la deliberación, las asambleas y las iniciativas de lucha en cada lugar de trabajo y en cada barrio desde ahora.

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