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Producto de una intensa lucha política Daniel Ruiz, preso desde septiembre de 2018 luego de las jornadas de lucha contra la reforma previsional de diciembre de 2017, la Justicia ordenó su liberación. La Sala I de la Cámara Federal de Casación anuló el fallo del Tribunal Oral Federal 3 que denegaba su excarcelación. En su escrito, incluso, la jueza Ana María Figueroa (con la adhesión de los jueces Barroetaveña y Petrone) destacó la gravedad de una prisión preventiva injustificada y arbitraria que, agregamos, constituye uno de los casos más graves de avasallamiento de las libertades democráticas durante en Argentina. Daniel Ruiz es militante del PSTU, delegado petrolero y candidato a diputado por el Frente de Izquierda en la provincia de Chubut. Se encontraba detenido en el penal de Marcos Paz desde hacía un año, perseguido por las mismas circunstancias que los compañeros del Partido Obrero, Dimas Ponce y César Arakaki, y un militante de la UOM, un armado extorsivo contra los luchadores, la protesta social y las libertades democráticas. En aquellas jornadas contra el saqueo jubilatorio, donde la clase obrera destruyó el plan de Macri de imponer una reforma laboral con un Congreso cómplice, más de 300.000 trabajadores y trabajadoras defendieron su presencia movilizada contra una represión bestial. Además, por su agrupamiento político, el caso convierte a Ruiz un rehén político de la justicia, mensaje dirigido a Sebastián Romero, hostigado por el aparato mediático oficial y prófugo de la justicia reaccionaria. Este viernes comenzará el juicio, al que Ruiz llegará en libertad, ocasión para la que se convoca a una gran movilización en las puertas de los tribunales de Comodoro Py. Será una campaña ardua por la absolución de los compañeros, en una causa que comanda el reaccionario fiscal Germán Moldes. Ruiz, rodeado por una fuerte campaña política, de festivales, actos, movilizaciones, visitas de destacados dirigentes políticos, gremiales y sociales tanto como pronunciamientos internacionales, mantuvo en alto su moral socialista durante toda su detención: negando compartir un encierro “vip” con exfuncionarios, el petrolero organizó a los presos de los pabellones comunes por las demandas contra las inhumanas condiciones del sistema penitenciario, pronunciándose con textos frente a cada acontecimiento de lucha e incluso iniciando una huelga de hambre. Absolución de Arakaki, Ponce, Ruiz y todos los compañeros procesados y perseguidos en las jornadas de lucha contra la reforma previsional. Basta de persecución a Sebastián Romero. Libertad a todos los presos por luchar.