Tiempo de lectura: 2 minutos
La huelga de repartidores del 22 de abril se replicó en seis países en simultáneo (Argentina, Guatemala, Perú, Ecuador, España, Costa Rica). Hubo caravanas masivas en Ecuador, concentraciones en ciudades de Guatemala y en el Obelisco porteño. En varias ciudades del mundo las aplicaciones quedaron saturadas de demanda por la falta de ´riders´. En España, se logró hacer caer la aplicación de Glovo. La medida logró colocarse en primer lugar en los medios y portales de noticias del mundo y así el reclamo tomó gran visibilidad, de la mano de las imágenes de repartidores llevando a delante el paro por los reclamos más urgentes en el marco de covid-19 -elementos de seguridad e higiene acordes-, y por el aumento del 100% del pago por envío a cargo de las empresas.
Sobre el final de la tarde, en Argentina, las empresas de Rappi y Glovo comunicaron a los repartidores la entrega de elementos de seguridad e higiene. Esto lo hemos vivido como una victoria, ya que es producto de una gran medida de fuerza de unidad internacional de los trabajadores. Pero, por otro lado, todavía estamos a la espera de ver qué calidad tienen esos elementos. Ninguna empresa hizo mención, por otra parte, al reclamo del aumento de pago por envío, A raíz del paro, el gobierno argentino anunció, aunque sólo la posibilidad, de presentar un proyecto de ley de emergencia que, en sintonía con las patronales, solo aborda la cuestión de los elementos de seguridad e higiene, pero no de los ingresos. Tampoco consultaron a ningún repartidor para saber que debería o no contener el proyecto en cuestión.
El 22A fue una jornada de lucha que se gestó con campañas de imágenes y videos, intentando llegar a todos los repartidores del mundo, con el primer comunicado internacional de repartidores traducido en tres idiomas (inglés, español y portugués) y el hecho histórico de la constitución del frente único internacional de repartidores.
La conclusión más importante que podemos compartir es que organizarnos de forma colectiva e independiente de toda burocracia y de todos los gobiernos, en un gran frente único internacional es lo que nos va a llevar a todos los repartidores del mundo a la victoria.
Llamamos a organizar asambleas abiertas de trabajadores de reparto en todos los países, con una coordinación de una mesa internacional, para discutir una nueva medida inmediata y un plan de continuidad de la lucha hasta conseguir todos los derechos correspondientes a los repartidores.
Vamos compañeros, esta lucha recién comienza.