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Todos sabemos la situación que está padeciendo nuestro pueblo. Las condiciones laborales y la perdida de ingresos es significativa (medido en dólares, pero también en pesos).
Estamos en el ocaso de un nuevo retroceso histórico de nuestras condiciones de vida.
La elección ha demostrado una vez más, que los trabajadores no tenemos una alternativa propia. Estamos divididos mayoritariamente entre tres listas capitalistas.
Los candidatos patronales no han creado expectativa en que tienen una salida a la crisis. Salvó el caso de Milei, que creó un cierto grado de expectativas entre sus votantes. Pero este a priori se ha derrumbado luego del "batacazo" de Massa, que remontó una elección siendo el Ministro de Economía y líder de un gobierno desastroso.
El voto al FITU ha servido simplemente para ocupar un lugar más en el Congreso, pero no ha servido como un polo de independencia politica, dónde los trabajadores nos agrupemos en función de nuestros propios intereses y nos preparemos para los próximos acontecimientos.
En este contexto, mi posición de votar en blanco (o no ir), tiene un carácter secundario. Es decir, es irrelevante.
Lo importante, es que desarrollemos una campaña política de cara al balotaje, explicando con todos los recursos al alcance que, con independencia de la decisión que los trabajadores tomen en el cuarto oscuro, lo importante, lo trascendental, es que nos unamos como clase, como pueblo explotado y oprimido, en defensa de lo poco que nos queda.
Es el paso necesario para que exista una salida obrera a la crisis capitalista.
Vienen por lo poco que nos queda y si no nos unimos, estamos perdidos, gobierne quien gobierne.
