Panorama del movimiento obrero

Escribe Juan Ferro

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La resistencia de la clase obrera crece en una relación directamente proporcional al desarrollo de una cuarentena que, aunque es promovida desde la ciencia médica, se aplica, en primer lugar, en el contexto de una sociedad capitalista y con métodos patronales.

Los primeros pasos de esta resistencia fueron por vía virtual hasta pasar a plenarios y asambleas presenciales. Pasado un mes de cuarentena, proliferan las ollas populares en los barrios, se ha producido un paro general del gremio de la carne, en líneas de colectivos, de los repartidores, y movilizaciones y cortes de calle en los gremios de la salud. Los obreros del Penta marcharon al centro de la ciudad, y hasta hubo tomas de fábricas como la de Bed Time.

Salud

Declarado el primer DNU que establecía las tareas esenciales, se desarrolló la primera fase de las luchas en la salud pública y privada. Pliegos mínimos para trabajar y protocolos, y poco después asambleas en los establecimientos. A la fecha hay más de 30 centros de salud públicos y privados con conflicto. Se realizan teleconferencias nacionales -asambleas virtuales- para coordinar en función de reclamos comunes concretos. No es una lucha cualquiera: les va la vida, ya tienen cientos de trabajadores infectados y varios muertos.

La lucha de los trabajadores de la salud ha producido un hecho que no tiene precedentes: un solo sindicato inter-profesional - médicos, mucamas, enfermeros, camilleros y residentes.

Alimentación y comercio

En las tareas denominadas esenciales, los trabajadores libran además otras duras batallas. En la Alimentación y en empleados de los supermercados, áreas que mantienen su trabajo a pleno, están peleando por dos cuestiones. La primera es contra la súper explotación, pues las patronales quieren mantener el mismo nivel de productividad con un 15% menos del personal, que es el porcentaje de población de riesgo. Y, por otro lado, se va generalizando una batalla por la obtención de bonos salariales como los que ya se obtuvieron en Hellman´s, Knorr Suiza, La Virginia, Fernet Branca y Jumbo, en algunos casos, con quites de colaboración. Los trabajadores de cadetería también están haciendo una experiencia de organización, el día 22 hubo una medida de fuerza de cierto acatamiento, que ha dado lugar a compromisos y mejoras salariales.

Industria

Las grandes empresas recién comienzan a estar habilitadas para reanudar la producción. La patronales intentan aprovechar la pandemia y el desplome industrial para arrancar con rebajas salariales, no pagar los premios anuales (en casi todos los gremios son el equivalente a un mes de sueldo), pagar futuras suspensiones con rebajas del 50% del sueldo, despedir contratados y congelar los salarios.

Acá la burocracia sindical va en yunta con las patronales. Petroleros de Neuquén y Chubut firmó un descuento salarial en el personal que va a ser suspendido. También lo tiene semi acordado la burocracia del Smata, con el pago del 65% salario de las suspensiones. Pero no lo pudo imponer la UOM, ni la burocracia del plástico, donde ya había acuerdos de rebajas salariales en las suspensiones por tres meses del orden del 30 por ciento. La decisión del gobierno de subvencionar a las empresas para al pago de una parte de las futuras suspensiones tiene que ver, entre otras cosas, con desbaratar esta resistencia.

El SUTNA resiste la rebaja de los sueldos en las quincenas de abril y la reducción de los sueldos en las suspensiones, además ha entablado una dura lucha por el establecimiento de un protocolo obrero. Varias líneas de colectivos van al paro ante los atrasos salariales mientras la burocracia de la UTA mira para otro lado. Las internas de Acindar Tablada rechazaron los acuerdos que quería la UOM nacional, los trabajadores de Mascardi también rechazaron planes de rebaja salarial; ha entrado en un serio conflicto el Frigorífico Penta, que llevó a la burocracia de la federación a un paro nacional, y los plásticos de Bed Time han ocupado las fabrica ante la intención de reducir sus sueldos en un 50%. Acindar está por cerrar un acuerdo con su comisión interna por el 81% del salario neto -en medio de una inflación elevada-, pero la patronal tuvo que mantener el premio anual y no despedir a los contratados. La clase obrera ha tomado nota de que se pretende hacer aprobar ´de prepo´, con la excusa de la pandemia, una reforma laboral que no pudieron imponer el kirchnerismo ni el macrismo. Los reclamos docentes y de las reparticiones del estado solo surgen de la mano de las organizaciones de base.

Hay conflictos en puerta en varias fábricas de la alimentación.

Programa

En estas circunstancias tiene una enorme relevancia defender la necesidad de la cuarentena, pero desde los intereses de la clase obrera, en oposición a los capitalistas y al gobierno que la implementa y a las entregadas de la burocracia sindical. Seis horas de trabajo, sin afectar el salario, el funcionamiento de la producción esencial de acuerdo a protocolos de las comisiones internas y delegados y abra el camino a planteos que tienen que ver con el poder político de los trabajadores como la estatización de la salud y la banca bajo el control de los trabajadores y el no pago de la deuda externa.

Para ir más lejos de esta resistencia que crece, se impone la lucha por la convocatoria de las paritarias en las fechas establecidas, para elevar un pliego de reclamos con grandes reivindicaciones de salubridad y la recuperación integral del poder adquisitivo de los salarios.

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