ATE: un plenario general de delegados para enterrar la lucha

Escribe Valentina Viglieca

Tiempo de lectura: 3 minutos

Con el argumento de evitar “la posición adelantada”, la conducción de la seccional Capital de ATE, bajó la movilización votada para el jueves 30 en un plenario de secretarios generales. Anunció que cambiaba la medida por una conferencia de prensa a realizarse en la puerta de ATE Nacional, como una demostración de unidad con la conducción nacional.

La medida del 30 había sido anunciada en el plenario de delegados generales y refrendada en asambleas en los distintos organismos. Miles de trabajadoras y trabajadores estatales participaron de asambleas y mandataron a sus delegados para movilizar y profundizar la unidad con otros sectores, para enfrentar los anuncios de despidos y el recorte del aguinaldo. Sin embargo, delegados de distintas juntas tomaron la palabra para anunciar que bajaban los mandatos de las asambleas para movilizar y ratificaban la parte de “profundizar la unidad”.

Los únicos sectores que sostuvieron como necesaria la movilización preventiva del jueves 30 fueron los conducidos por delegados NO alineados con la Verde-Negra o la Verde y Blanca. Al cerrar el plenario se votaron dos mociones que, sintetizadas, quedaron entre “movilizar al Congreso el 30” contra “profundizar la unidad con ATE Nacional y construir la resistencia”. Ganó la segunda por amplia mayoría.

La “unidad por arriba”

Convocaron a cientos de delegados para levantar la lucha en pos de construir unidad entre dos facciones que llevan enfrentadas más de 8 años y que se encargaron de dividir al sindicato, al punto ridículo de hacer dos movilizaciones al mismo lugar con diferencia de una hora. El Consejo Directivo Nacional ya había anunciado que se reuniría el 14 de diciembre, una vez asumido el nuevo gobierno, y evitó convocar a la deliberación en el sindicato. Ante las presiones llamó a una reunión por zoom que no definió nada. Capital se subió al tren del dejar gobernar y ver qué pasa.

Catalano sostiene que: “Milei va a reducir 12 ministerios y va a mandar al Congreso el día después de asumir una reforma del Estado; tenemos que prepararnos para evitar la mayor cantidad de despidos” y explica que el Estado nacional tiene 350.000 trabajadores, de los que “más de 60.000 están en riesgo de perder su empleo rápidamente, por tener los peores contratos”. Y como conclusión levantó la movilización. Algunos de sus delegados advirtieron a aquellos que resuelvan medidas por fuera de la unidad que debían hacerse cargo de las consecuencias.

Horas después de que termine el plenario, a través de varios medios escritos, el actual Secretario General de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, comunicó el inicio de acciones de distintos sectores, como el paro de 72 horas de los y las trabajadoras del Senasa. Una lucha preventiva contra los anuncios de despidos. Para el caso Aguiar señaló que actúan en “legitima defensa”. Pero ATE Nacional no puso fecha a una acción colectiva para defender los puestos de trabajo ni el salario.

Una paritaria para el olvido

Después del 19N se reunió la mesa paritaria y ajustó el salario previendo un aumento con el sueldo de noviembre y un 9 % para diciembre, además de un bono a cobrarse en enero ya durante la gestión Milei.

Este porcentaje repite el esquema de cuotas que van por detrás de la inflación y es parte de la política de devastación del salario y las condiciones de vida de los trabajadores. Nadie puede negar la megadevaluación en puerta ni la inflación galopante. A menos de 10 días de escrutadas las urnas aumentaron todos los alimentos, volvió a aumentar la nafta y se espera el golpe en las tarifas.

Firmar en disconformidad a espaldas de los trabajadores, desmovilizar para esperar a ver qué medidas realmente es capaz de tomar el presidente electo y desconocer las asambleas que se realizaron en decenas de ministerios es toda una declaración de que los trabajadores tenemos que tomarlo como de quién viene. Para ATE estaba bien votar a Massa por “los derechos”, pero no es tiempo de luchar por ellos.

El ataque al salario y los despidos son una antesala de lo que le espera al sector privado. Empezar por los estatales es fácil porque ni los monotributistas ni los contratados de convenio (Ley Marco) cobran indemnización. Es solo rescindir el contrato.

Sostengamos las asambleas sin distinción de afiliación y construyamos la organización necesaria para enfrentar la motosierra del gobierno entrante.

LEER MÁS:

Proclama de Asamblea General de ATE INTA. Pblicada en políticaobrera,com el 26/11/2023.

Suscribite a Política Obrera