ATE: ¿A quién beneficia un frente de burócratas, gobernadores, parlamentarios y empresarios?

Escribe Valentina Viglieca

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La dirección de ATE convocó a una conferencia de prensa para anunciar el inicio de “una nueva etapa”.

El secretario general, Rodolfo Aguiar, abrió con el anuncio de los cinco puntos acordados en la directiva, resumidos en: 1) pedir una audiencia con el presidente electo y “exigir conocer el alcance” de la ley de reforma del Estado, 2) sostener el “alerta y movilización” y el lunes 11 organizar protestas y radios abiertas en todas las dependencias del Estado Nacional, 3) si la ley fuera perjudicial para los y las estatales, entonces movilizar el mismo 11 al Congreso, 4) convocar a la unidad de las tres centrales sindicales y, 5) solicitar audiencias con los bloques del Congreso “para que conozcan nuestras propuestas”.

El plan de unidad, diálogo y medidas sectoriales pretende enfrentar “un recorte que supera lo que exigía el FMI”, según Aguiar, que “significa que se elimina la inversión pública, que bajan a cero los giros a las provincias pero que además es un recorte a los subsidios a la energía y al transporte por lo tanto aumento de luz, gas, transporte, se afectan las partidas salariales y de jubilaciones, de los programas sociales”.

Aguiar denuncia “esta devaluación que ya estamos sufriendo y de la que nadie se hace cargo”. Pero, ¿dónde estaba la ATE Unidad? Haciendo campaña por Massa. Lo que abandonaron unidos, tanto Capital como Nación, fue la consigna de “ningún estatal por debajo de la línea de pobreza”.

Mientras Daniel Catalano, secretario general de Capital “Unidad”, plantea ir en busca de nuestras compañeras y compañeros de la CGT y de las dos CTA, unidad con los movimientos sociales, uno de los convocados, el “compañero” Andrés Rodríguez ya “pidió paciencia y afirmó que la CGT debe «garantizar la gobernabilidad» de Milei” (mundogremial.com 24/11).

Como tarea preparatoria para enfrentar a Milei, Aguiar y Catalano convocan a los “mariscales de la entrega y la derrota”, sus propios socios en estos últimos cuatro años, si no más. No se les ocurre ni vislumbran que es necesario cambiar el propio escenario sindical. Convocan a una cúpula desgastada por traiciones e intereses comunes con las patronales, en tanto empresarios. La victoria de Milei plantea, antes que nada, cambiar el escenario a partir de la reacción de las bases y de las decisiones que tomen en asambleas soberanas.

Catalano diseñó un frente patronal con los gobernadores para defender el acceso de estos a fondos discrecionales de Nación y participar en los ‘retornos’ de la obra pública. La burocracia de ATE se apresta a dibujar el camino de las derrotas. La preocupación de fondo de esta casta sindical es no ser barrida por una acción histórica de masas en respuesta al golpe económico de Milei y de las grandes patronales.

En estos términos se presentan ahora, en la etapa de propaganda, agitación y organización que prepare la respuesta de los trabajadores.

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