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Horas antes de dejar el cargo en Economía, Sergio Massa aprobó dos resoluciones de la Secretaría de Minería, la 1685/2023 y 1697/2023, mediante las cuales, se les otorga un beneficio especial a dos proyectos mineros instalados en la provincia de Salta.
Mediante estas resoluciones, los proyectos mineros podrán acceder con “libre disponibilidad del 20 % de las divisas obtenidas en exportaciones vinculadas con el proyecto para: pagos de capital e intereses de deudas comerciales o financieras con el exterior; giro de utilidades y dividendos que correspondan a balances cerrados y auditados; repatriación de inversiones directas de no residentes” (Ámbito Financiero).
Este beneficio especial está encuadrado en el marco del Régimen de Fomento de Inversión para las Exportaciones, para aquellas empresas que inviertan más de u$s 100 millones. Uno de los proyectos es el de Posco Argentina, que construirá una mina de litio y dos plantas de proceso, como parte de la fase 1 del Proyecto Sal de Oro, ubicado en el Salar del Hombre Muerto, en el límite entre las provincias de Salta y Catamarca, con una inversión de u$s 1.005 millones. Mientras que el segundo proyecto es el de Rincón Mining –adquirido el año pasado por Río Tinto-, que consiste en la extracción y procesamiento de litio en el salar de Rincón, también en Salta. El capital de desarrollo inicial comprometido a través de este régimen es de u$s 1241 millones, para la instalación de una planta de 50.000 toneladas de carbonato de litio, a ser montada en etapas. La iniciativa incluye la construcción de una planta comercial con una capacidad inicial de 3.000 toneladas por año de producción de carbonato de litio grado batería.
La continuidad de los negocios capitalistas en la minería es una de las caraterísticas pincipales de “la transición” de gobierno. El gobernador de Salta, Gustavo Saenz, un fiel representante de los intereses mineros, ha logrado que Flavia Royon, ex secretaria de Energía de los Fernández, sea designada a la secretaría de Minería de Nación por Javier Milei. Royón ya ha sido secretaria de esa cartera en la Provincia. Ducha en el oficio, defiende como propios los intereses de las camarillas empresariales, como Techint y los grupos mineros.
Quienes, de cara a un balotaje, hace 20 días, le dijeron a los trabajadores que representaban dos proyectos antagónicos, hoy acomodan sus intereses. En Salta el presidente de REMNSa (la S.A. provincial encargada de operar los negocios mineros), bajo la presidencia de Alberto Castillo, otrora saencista y massista, candidato a diputado nacional de JxC, dijo que “el gobierno de Milei es prominería y no va ser un obstáculo para el desarrollo”. (Aries 27/11/23).
En los últimos dos años, no se ha dejado de repetir que, con la explotación del litio, Salta “saldría de la pobreza”, y que el beneficio y el progreso para los trabajadores serían invalorables. Sin embargo, en dos años, lo que creció es el nivel de informalidad laboral. Los 16 mil puestos de trabajo que se atribuyen al “boom minero” están vinculados a empresas tercerizadas que contratan por tres y seis meses a los trabajadores, salarios por debajo de la línea de la pobreza. Los obreros mineros con regímenes de trabajo de 20x10 están encuadrados en el convenio de UOCRA y no de AOMA, con sueldos mucho menores a los que les corresponden por la rama, sin la indumentaria adecuada y con decenas de reclamos por incumplimientos que ya derivaron en medidas de fuerza.
El beneficio ha sido siempre para las empresas y sus gobiernos. El verdadero antagonismo que crece es entre las necesidades que tenemos los trabajadores y los beneficios capitalistas y sus burócratas en los sindicatos y en los gobiernos. En las próximas horas Javier Milei asume el gobierno pero lo hará con el viejo *staff * de la casta que ha frustrado durante décadas las aspiraciones de la clase obrera.