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Luego de una extensa sequía, desde hace varios meses, debido a las lluvias en Brasil, el río Paraná ha crecido enormemente. En algunas ciudades ya se ha declarado el nivel de alerta, como por ejemplo en la ciudad de Reconquista en el norte de la provincia (El Litoral, 13/11). En otras, como en la ciudad de Santa Fe, el río está casi al límite del nivel de evacuación. En el caso de Rosario, el Instituto Nacional del Agua pronosticó para la próxima semana una altura cercana a los cinco metros. “Estaríamos llegando a la etapa de alerta para el puerto local” (Radio Nacional Rosario, 6/12).
Para colmo de males, en su reporte de previsión semestral, del Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático, estimó que la provincia de Santa Fe sentirá con fuerza el efecto de El Niño durante el verano, con lluvias por encima de la media.
Más allá de las cuestiones técnicas de medición o pronósticos, los barrios costeros de la ciudad de Santa Fe están sufriendo las primeras consecuencias de la entrada de agua a sus barrios. El barrio “La Vuelta del Paraguayo" es el sector más afectado al momento. Allí, varias familias sufrieron la entrada de agua a sus viviendas. Para las familias que accedieron a ser trasladadas, el intendente saliente, Emilio Jatón, de Unidos para Cambiar Santa Fe, construyó unos módulos precarios de madera y chapa.
Como retrató el diario El Litoral, las familias que habitan los módulos viven en un total estado de hacinamiento. Además, reclaman un cerco perimetral alrededor de las viviendas, debido a que las mismas están literalmente a la vera de la ruta nacional 168. Por otro lado, señalan que la Municipalidad no quiere construir más módulos para nuevos vecinos, incluso, indicaron que se corre el rumor de que los quieren trasladar a un centro de evacuados. Los damnificados se oponen a irse lejos del barrio por miedo a que en sus casas los ladrones roben sus pertenencias.
Otro de los sectores afectados es la zona de “La Boca”, en el distrito costero de Alto Verde. En las últimas horas, vecinos del distrito costero afirmaron que en el paraje “La Boca” hay una zona inundable donde el agua está ganando terreno y quedó aislada.
Otro barrio que se vio afectado es Colastiné Sur. En ese lugar, 40 familias se vieron obligadas a abandonar sus viviendas por el desborde de la laguna Ramírez. Estos vecinos señalan que la Municipalidad de Santa Fe “los abandonó" (Aire de Santa Fe, 6/12).
Las inundaciones en Santa Fe, sobre todo en la ciudad, tienen una carga simbólica impresionante desde el día que el río Salado tapó media capital durante el gobierno de Reutemann. La causal no es sólo climática, sino el fruto del abandono de los barrios populares por todas las gestiones locales y provinciales. Por otro lado, son la consecuencia del saqueo capitalista del medio ambiente: tierras que no pueden absorber más agua por los agroquímicos y el monocultivo, los humedales destruidos por los incendios, etc.
Es decir, se debe buscar las responsabilidades en un régimen social que nos lleva a la barbarie.