Para el gobierno, el CONICET debe generar sus propios ingresos

Escribe Sergio Gómez de Saravia

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Los directores de los CCT-CONICET se reunieron con Salomone (supuesto futuro presidente del CONICET) y Capurro, presidenta interina del organismo. De dicha reunión ha circulado una minuta en la que se señala que las becas a otorgarse este año entrante, doctorales y posdoctorales, están en “veremos”. Por un lado se anunció que los resultados de la convocatoria 2023 estarán disponibles a mediados de enero, pero que dicho listado sólo supone un ordenamiento de mérito y no conlleva el otorgamiento de alguna de las 1300 becas doctorales previstas. Lo mismo sucederá con los resultados de las posdoctorales, las promociones de investigadores (independientes, principales y superiores) y los cargos técnicos CPA.

En la minuta también se señala que se eliminará el financiamiento de becas en el extranjero para el año entrante, como así también se eliminará la prórroga de becas doctorales durante el período de adjudicación de la beca posdoctoral. Esta prórroga es de lo más común entre quienes terminan la beca de doctorado (31 de marzo de cada año) hasta el otorgamiento de la posdoctoral (de agosto en adelante) que permite seguir percibiendo un salario mientras continúa con su actividad en la Unidad Ejecutora.

El impasse de los nombramientos efectivos caería en que no hay presupuesto y que todas las asignaciones quedarán pendientes de la existencia de presupuesto. Según indican las autoridades, el presupuesto 2024 (que sería una prórroga del 2023) alcanza para funcionar hasta junio-julio y sólo si los sueldos (que representan el 97% del presupuesto) se congelasen al valor de diciembre hasta junio-julio.

La salida que propone la nueva dirección es similar a la lógica de la dirección saliente: ante un ajuste producto de aumentos presupuestarios ridículos, es necesario que el CONICET genere ingresos desde los privados. Todo un hilo de continuidad, no sólo reflejado en esto sino en el mantenimiento de las antiguas autoridades del CONICET.

Estamos frente a una reorganización del CONICET, una reducción de su personal y una destrucción del salario en beneficio de generar un ahorro que permite cumplir con los compromisos de pago a los banqueros, capitales nacionales e internacionales que han lucrado con una deuda parasitaria, así como para garantizar un dólar alto a los exportadores.

Por:

  • Aumento del 100% de salario e indexación quincenal.
  • Otorgamiento garantizado de las becas doctorales y posdoctorales.
  • Abajo el recorte de las prórrogas de las becas doctorales.
  • Efectivización de las promociones de investigadores y concursos de CPA.
  • Presupuesto para desarrollar los lugares de trabajo y los equipos de investigación.
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