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En el marco de una inflación de más del 100%, de una ofensiva contra el derecho a huelga y el derecho a asamblea en el lugar de trabajo, y demás atropellos del megadecreto del día 20 de diciembre, el Sindicato de Empleados Públicos de Córdoba (SEP) levantó el paro con movilización que estaba programado y anunciado para el martes 26.
El conflicto había comenzado hace aproximadamente una semana cuando se puso en duda el pago, en el medio aguinaldo, de una actualización del 12% que ya había sido pactada con el anterior gobernador. La gestión provincial también pretendía un aumento en los aportes jubilatorios y de salud y un diferimiento al pago de jubilados. Todo esto puso al gremio en estado de alerta y se anunciaron una serie de asambleas y medidas que incluían un paro con movilización para el martes 26.
La serie de ataques al salario no se llevaron a cabo por falta de quórum y el 12% será pagado, pero recién en el mes de enero. El gremio se apresuró a mostrar esto como una gran victoria y levantó todas las medidas de lucha, sin reparar en cómo la inflación reciente licuó salarios y jubilaciones. Es evidente la incapacidad de las direcciones gremiales para defender el salario y derrotar la ofensiva antiobrera del gobierno.
Urge fomentar las asambleas de base y las coordinadoras para encarar esta tarea.