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A fines de la semana pasada aparecieron dos casos de enfermeras contagiadas de covid-19 dentro del Hospital Penna. Dos días después, la dirección del hospital notificó a los trabajadores respecto a las medidas que tomará con relación al contacto con casos sospechosos o confirmados de COVID 19, utilizando términos como “sanciones correspondientes”.
Dicho comunicado menciona la obligatoriedad del uso de los elementos de protección adecuados durante toda la jornada laboral, da pautas para las horas de esparcimiento dentro del hospital y en qué casos considera autorizar el aislamiento preventivo domiciliario y en cuáles no. En línea con el discurso del ministro de salud Ginés González García, la dirección del Penna busca responsabilizar a los propios trabajadores del contagio que puedan contraer por ejercer su labor profesional.
En el comunicado, las autoridades expresan que el personal que no haya utilizado el EPP correspondiente ante un contacto estrecho con casos de coronavirus será sancionado. Sin embargo, los elementos que el gobierno de Rodríguez Larreta compró -en estado defectuoso y con sobreprecios-, las direcciones de los hospitales las escatiman a los trabajadores en nombre de “acopiar para cuando venga el pico”. Específicamente, en el hospital Penna, los trabajadores de pediatría denunciaron que se les negó la entrega de EPP porque no habría riesgo de contacto por “no haber casos de niños”, según la dirección.
La mayoría de los servicios del hospital debieron procurarse ellos mismos de elementos de bioseguridad, ya sea gracias a donaciones o comprándolo con su magro salario. La falta de capacitaciones a profesionales y no profesionales como así también protocolos poco claros, que se van modificando, son parte de la vida cotidiana. Hasta hace pocos días, los barbijos solo se entregaban “en casos concretos”; ahora, toda la población debe usarlos. Nuestro país exhibe el más alto índice de trabajadores de la salud infectados de covid-19. Finalmente, las autoridades del Penna nada dicen tampoco del desgaste de la fuerza de trabajo de enfermería, que hace frente a la pandemia cobrando salarios de miseria y cumpliendo doble jornada en distintos hospitales.
En este contexto, el comunicado de las autoridades fue repudiado por el subcomité de trabajadores residentes y concurrentes del hospital Penna. El conjunto de los gremios de la salud debe pronunciarse en solidaridad con los trabajadores. Una asamblea Intergremial con trabajadores profesionales y no profesionales debe votar delegados para la conformación de un comité de seguridad propio de los trabajadores para discutir las condiciones de trabajo, protocolos y organizar los reclamos.