Escribe Soledad Domínguez
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En el día de hoy, en una entrevista en radio Rivadavia, el jefe de Gobierno de CABA, Jorge Macri, anunció que priorizará la atención de ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires en los hospitales porteños. Y exigió que el gobierno de la provincia de Buenos Aires “asuma su responsabilidad y les dé salud en el lugar de origen” a los habitantes de la Provincia. “El nivel de desinversión en salud pública a nivel provincial es grave”, afirmó, e indicó que los casos de bonaerenses atendiéndose en la Ciudad son algo habitual, pero “están alcanzando el pico de complejidad más alto” (La Nación, 6/02/2024).
Estos dichos son posteriores a la viralización de un video en el cual un cirujano del Hospital Argerich, escoltado por personal de seguridad, tuvo que contener a familiares y usuarios/as bonaerenses que exigían ser atendidos. “Vamos a seguir haciendo el esfuerzo de atenderlos, pero estamos armando un sistema de diagnóstico y atención para el porteño en donde lo prioricemos”, afirmó Jorge Macri (Idem, 6/02/2024). Según informa el diario Clarín (6/02/2024) existe la intención de crear cuatro centros de atención intermedia y diagnóstico en los que quienes tengan residencia en la Ciudad serán atendidos primero. Y también refirió la intención de cobrar a la provincia de Buenos Aires.
Según el Ministerio de Salud de la ciudad, en toda la red de atención que depende del Estado local se atendían a diciembre del año pasado unos 40.000 turnos diarios, con unas 1000 personas que estaban quedando en espera, más allá del nivel de atención de que se trate, ya sean centros de atención en los barrios o los hospitales (La Nación, 5/02/2024). Según fuentes del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, en el sistema público se atienden un 60% de vecinos porteños y un 40% de personas de otras localidades, pero no precisaron la cantidad de bonaerenses (Ídem, 6/02/2024).
El desmantelamiento del sistema de salud bonaerense es innegable. Hay centros de salud en la provincia de Buenos Aires que han limitado la oferta de atención, sobre todo las guardias, por falta de médicos y camas. Un ejemplo de esto es el vaciamiento del Hospital de Niños de San Justo, que no cuenta con guardia por falta de personal. Pero, el “colapso del sistema de salud en CABA” no sólo responde a las personas que acuden desde la provincia de Buenos Aires. Los hospitales públicos se encuentran atravesando un vaciamiento generalizado, ya sea en provincia de Buenos Aires como en CABA. Profesionales que cobran salarios de miseria, renuncias masivas de profesionales que prefieren la atención en consultorios privados, la falta de aperturas de cargos para atender la demanda, además de no reemplazar los cargos de personal que se jubila o renuncia.
A esto se suma la cantidad de usuarios y usuarias que acuden a la salud publica debido al vaciamiento de las obras sociales y el cobro de copagos que no pueden costear. El desempleo o trabajo no registrado y el aumento de las cuotas de las prepagas están dejando sin cobertura a usuarios y usuarias.
Los hospitales públicos, en el marco de la agudización de la crisis económica y social se hacen eco de todas estas situaciones y de situaciones sociales complejas, cuyos programas específicos de atención están siendo desmantelados por el gobierno de la Ciudad (como por ej. la atención de personas en situación de calle con padecimientos mentales, entre otros).
El Jefe de Gobierno, por otra parte, finge ignorar que hay una población importante de la Provincia de Buenos Aires que trabaja en la CABA y que, por lo tanto, forma parte de los usuarios de la salud de la ciudad. Por otro lado, influye la accesibilidad al centro de salud (sobre todo en los barrios que limitan con PBA). Pero, más allá de esto, la política de segregación social impulsada por el gobierno porteño es un ataque al conjunto de la clase obrera y debe ser rechazada en su totalidad.
En el marco del ataque contra los trabajadores y las trabajadoras que está intentado perpetrar el gobierno de Milei, los dichos de Jorge Macri no apuntan a “mejorar” el acceso a la salud de los porteños, sino a restringir la atención como excusa para ajustar aún más al sistema de salud de CABA pasándose “la pelota” entre gobernadores, pero sin atacar al problema de raíz. Cabe aclarar, que el jefe de gobierno, en su entrevista, se encarga de atacar a los ciudadanos porteños y no porteños que participaron de las movilizaciones contra la ley ómnibus, justificando el accionar represivo. En este tema, no hay límites geográficos.
La situación grave que atraviesa el sistema de salud, amerita una gran deliberación, la organización de asambleas y acciones en los centros de salud, se hacen cada vez más necesarias.