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Desde hace meses, los comedores populares prácticamente no reciben alimentos del Estado. Ni siquiera para Navidad. La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, dijo que así seguirá siendo para evitar “la tercerización” de las organizaciones de desocupados y hasta desafió a quien tuviera hambre a que fuera a hablar con ella al ministerio.
El lunes se le cayó el verso, ya que firmó un acuerdo con el pediatra Abel Albino, presidente de la Fundación Cooperadora Nutrición Infantil (CoNIn), para combatir la desnutrición infantil (sic). Las tareas “se realizarán junto con los más de 100 centros CoNIn de toda la Argentina, además de las 1.500 instituciones que dan ayuda alimentaria a familias y niños en situación de vulnerabilidad” anunció el Ministerio” (LN 6/2), que no informó el presupuesto que sostiene ese acuerdo.
Albino es un miembro del Opus Dei, ignorante y cavernícola, que afirma que “la desnutrición infantil es una enfermedad cultural propia de sitios en los que al acto sexual se lo suele llevar a cabo compulsivamente, bajo los efectos de una vehemencia descontrolada e irracional que pretende la mera satisfacción de un placer instintivo por parte del varón”. En el debate parlamentario sobre la legalización del aborto atacó por inútiles a los anticonceptivos con el argumento de que el VIH puede atravesar “hasta la porcelana”.
Conin es subsidiada en unas quince provincias sin distingo de quién las gobierne. La muerte de una docena de niños wichis a su cargo en el año 2020, en Salta, precipitó el cese de los acuerdos que, como hoy Pettovello, había firmado Juan Manuel Urtubey.
No es la única cesión de recursos del Estado del gobierno a la barbarie clerical. El mismo lunes, Pettovello, ecuménica, volvió a tercerizar parte de la ayuda alimentaria, esta vez con la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (ACIERA) cuyo vicepresidente, Hugo Márquez, colocó a su hija Nadia como diputada nacional (LPO, 5/2). Otros diputados evangelistas de La Libertad Avanza son Santiago Pauli (Tierra del Fuego) y la inefable Lourdes Arrieta (Mendoza).
Por esa vía, los pastores evangélicos de la Fundación "Promesa Eterna" en José C. Paz recibieron un primer desembolso de 177 millones, para la compra de alimentos que se deberían entregar a los 723 comedores que declaran tener distribuidos a lo largo del país. "Se estima que se cubrirá una demanda de poco más de 36.000 personas", celebró el comunicado de Pettovello.
Mientras tanto, una fila de personas que cubrió 30 cuadras esperaba ser atendida por la ministra de Capital Humano, en consonancia con su convocatoria a quienes tuvieran hambre. No solo no los recibió, sino que llamó a la policía.
La negativa de Pettovello a entregar comida a los comedores en medio de una inflación pavorosa -que se multiplica en el caso de los alimentos de la canasta básica- solo apunta a debilitar a las organizaciones de desocupados. El Ministerio tiene la mano abierta con sus aliados políticos, que además tienen la ventaja de imponer la asistencia a los templos y la sumisión de las mujeres como un imperativo para recibir ayuda. Según predica Albino, la función social de las mujeres “es esforzarse por ofrecer al hombre su virginidad tanto física como moral”. (Página/12, 13/2/2020)
Juntos, pretenden doblegar el espíritu combativo de las desocupadas, que estuvieron en la primera línea en el 2001, durante la pandemia y cada vez que estuvo en juego la supervivencia en las barriadas.
La fila del hambre de Sandra Pettovello Por Leonardo Perna, 05/02/2024.