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La asamblea de la quinta de Olivos ha surgido como parte del movimiento de autoconvocatorias de cacerolazos y asambleas en respuesta al DNU y a la ley ómnibus de Milei, y que se ha extendido en CABA y distintos puntos del país.
Con importante participación de estudiantes, jubilados, docentes y agrupamientos de izquierda, se deciden actividades propias tanto como apoyo a los paros de salud y de Unidxs x la Cultura; se debate acerca de la puesta en práctica de los reclamos como el semaforazo, que congrega gente que no puede participar de actividades más intensas como ir a Congreso.
Los debates, al principio, giraban naturalmente sobre el DNU, la ley ómnibus, el protocolo represivo de Bullrich y la espiral inflacionaria; luego, avanzamos hacia el problema del salario y el vaciamiento del hospital, así como el posicionamiento con respecto a los sindicatos que entregan los reclamos más básicos y vitales.
La asamblea tomó como propia la convocatoria que hizo la CGT, agitando e invitando, aun con desconfianza en las centrales sindicales, y se movilizó en la columna independiente con el resto de las asambleas.
La convocatoria al Congreso, a principios de febrero, fue otro de los ejes de lucha de la asamblea. La caída de la Ley Ómnibus, una discrepancia entre los mismos bloques entreguistas que votaron favorablemente la ley en términos generales, fue tomada como una victoria política de las asambleas, y reforzó la necesidad de mantenernos en alerta hasta derrotar también al DNU.
En estas semanas la asamblea ha decidido aceitar lazos con otras asambleas de la zona, realizar una charla informativa sobre el DNU y clases de apoyo escolar que promovieron el acercamiento de vecinos.
La lucha recién empieza.