San Isidro: Ramon Lanús, en el camino de la motosierra

Escribe Juan Luis Linarello

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Las organizaciones de desocupados vienen de una inmensa jornada de lucha el pasado viernes 23, en la cual el principal reclamo fue que se reactive la provisión de alimentos a los comedores y merenderos populares, que está paralizada desde noviembre pasado. Quien no se ha quedado atrás y sigue el libreto del gobierno nacional es el intendente de San Isidro, Ramón Lanús. Luego de dos meses ha entregado mercadería a la olla de nuestros compañeros del Polo Obrero-T en el barrio de Santana (Boulogne): sólo la mitad de lo que entregó en la última partida. También los jóvenes secundarios, trabajadores municipales y vecinos que reciben la caja alimentaria vieron reducir la cantidad entregada.

Mientras tanto el gobierno nacional, bajo su discurso de no haber recursos, ha perpetrado un monumental ataque contra los salarios, jubilaciones y asignaciones sociales, indexa por inflación o dólar la deuda pública, la cual crece a pasos agigantados. El actual intendente de San Isidro no ha querido quedarse atrás. Un fiel a Patricia Bullrich supo hacerse de fama durante el gobierno de Macri estando a cargo de la Agencia de Administración de Bienes del Estado. El recuerdo colectivo es el de un funcionario que ha respondido de manera irregular e intencional al negocio inmobiliario a lo largo y ancho del país.

La pregunta inmediata es: en San Isidro, ¿hay plata? Por supuesto que sí. A lo largo de los años, el municipio ha tenido uno de los presupuestos más altos de la Provincia. Per cápita, supera ampliamente los valores de otros municipios y está más cercano a valores de CABA. El recorte en la asistencia alimentaria de comedores y otros sectores es una clara decisión política de acompañar al actual gobierno y su postura hambreadora.

Ahora bien, las políticas de ajuste no quedan solo en el ámbito de la asistencia social. Hoy los empleados municipales se encuentran en continuo conflicto por la insuficiente oferta salarial de parte del ejecutivo. 'A lo Kicillof' en provincia, el intendente Lanús otorgó, sin negociación previa, un mísero 15 % de aumento. Muchos trabajadores cobran entre 160 a 200.000 pesos (barrenderos y personal de limpieza, por ejemplo). El 35 % de aumento previsto para marzo seguirá hundiendo en la indigencia y pobreza a miles de trabajadores municipales.

Para la "casta" hay plata

El presupuesto del corriente año, así como hambrea a los empleados municipales, prevé aumentos del 300 % para las dietas del personal político y la creación de 12 nuevos cargos de secretarios y 22 de subsecretarios, a un gasto de 600 millones de pesos anuales.

Ante esta situación llamamos a discutir y organizarse en asamblea en los barrios, en los lugares de trabajo y los colegios secundarios, para terminar con esta criminal política de recorte a la ayuda social, que abarca desde los gobiernos municipales hasta el gobierno nacional.

Por plenarios y autoconvocatorias que luchen por nuestro salario, las condiciones de trabajo, las jubilaciones y alimentos. Vamos por una gran huelga general por nuestras reivindicaciones.

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