Tiempo de lectura: 2 minutos
Mediante una carta a todo el personal y a los medios de comunicación, la presidencia de Aerolíneas Argentinas anunció la desaparición práctica de Austral Líneas Aéreas.
En los hechos, se trata de un ajuste. El planteo implica terminar una tarea que comenzó el menemismo cuando privatizó Aerolíneas Argentinas a Iberia, y esta también se hizo con Austral. En los años 90, comenzó una fusión en los sectores comerciales, Tráfico, Cargas y otros sectores (oficinas comerciales en Buenos aires y el interior, call center, etc.). No así en otros que ofrecieron una resistencia mayor y quedaron intactos, como pilotos, tripulantes y técnicos, básicamente.
No está claro cuál es el planteo final para con los trabajadores de Austral, si pasarán a ser empleados de Aerolíneas Argentinas o si una parte de ellos (básicamente, una parte de mantenimiento) pasará a formar una nueva empresa dentro del grupo empresario. Cualquiera sea el planteo final, implica un ajuste a los trabajadores.
Cualquier extinción de una razón social, sea una quiebra o una fusión, implica por ley una indemnización a sus trabajadores. De esto, no dice ni una palabra el comunicado empresario. Por el contrario, llena de dudas al respecto de la mantención de sus conquistas salariales o convencionales. Hoy los trabajadores de Austral tienen un convenio superior a sus pares de Aerolíneas. Si el planteo es que Austral quede “frizada” desde el punto de vista de la razón social, sus trabajadores pasarían a tener recibo de sueldo (y convenio) de Aerolíneas Argentinas y, en definitiva, sufrirán un ajuste en sus ingresos y conquistas gremiales. Ni hablar si se trata de una empresa de mantenimiento separada de la línea aérea. No es claro que estén en puerta despidos, pero entre los trabajadores de Austral el rechazo a la fusión pasa por no perder estas condiciones de trabajo y sueldo.
Militando el ajuste
Entre los trabajadores de Aerolíneas han circulado una serie de mensajes en cadena sin que se conozca su origen en un intento de explicar con algunos números el ahorro que se pretende realizar con la absorción de Austral: “100 millones de dólares de ahorro en dos años”; “33 millones de generados por la reparación a terceros”; “13 millones y medio de ahorros impositivos”; “8 millones por la reorganización interna” y “2 y medio millones producto de la eliminación de horas extras”. Eso sí, los mensajes anónimos también incluyen “no está previsto el recorte de personal ni de flota”. El hecho es que, si ahora se liquidan los convenios de los trabajadores de Austral, mañana también avanzarán sobre los de Aerolíneas.
Una salida para los trabajadores
Toda esta situación apunta directamente a quebrar las conquistas de Austral y sentar un precedente de ajuste sobre todos los trabajadores del grupo. Entre tanto, las paritarias aeronáuticas 2019-2020 la burocracia las mantiene dormidas o suspendidas.
Fuimos defensores desde el primer día que Aerolíneas y Austral volvieron, en 2008, a manos del Estado a iniciar un proceso de unificación de convenios con lo mejor de cada uno. Ahora se plantea como una necesidad y de unidad entre los trabajadores, se realice o no una fusión.
Comencemos discutiendo lo que antes de la pandemia teníamos que cerrar: la paritaria, con una propuesta superadora que equipare las disparidades convencionales y eche por tierra las viejas rencillas entre trabajadores.
Ningún despido y que se abran los libros de la empresa al control de los trabajadores.