Merlo: Menéndez gobierna con el libreto de Milei

Escribe Julio Gudiño

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El pasado martes 6 de marzo el intendente kirchnerista de Merlo, Gustavo Menéndez, inauguró un nuevo periodo de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante de Merlo, que se caracteriza por ser una mera escribanía del Poder Ejecutivo – hoy de Menéndez, ayer de Othacehé. En la última sesión de 2023 el Concejo Deliberante votó, a iniciativa de Menéndez, una suba de tasas de casi 300% en una sola cuota mientras se precariza a los trabajadores municipales de todas las dependencias y se les pagan salarios por debajo de la línea de indigencia. El impuestazo “nacional y popular” fue acompañado por los concejales de Milei.

El discurso de Menéndez ante el Concejo Deliberante pretendió presentar un Merlo de fantasía donde el “Plan Estratégico Municipal” atraería “inversiones privadas” que generarían empleo, mayor producción y crecimiento económico local. Este planteo reedita la orientación política del gobierno de Macri que fracasó rotundamente (“lluvia de inversiones”). Lo real y concreto es que en el distrito la pobreza aumenta vertiginosamente y ello va de la mano del aumento del desempleo. Cada vez hay más merlenses que cartonean, venden en la calle, en ferias, etc. La particularidad es que, en todas estas actividades crece la presencia de los jóvenes. Los comedores populares, sostenidos por las organizaciones sociales y las iglesias, están colapsados y no pueden satisfacer la creciente demanda de alimentos de familias enteras. En este escenario de desesperación social el gobierno nacional y el municipal recortan las partidas presupuestarias para alimentos más preocupados por tener “las cuentas en orden” que por atender la emergencia social resultante de la política de ajuste social emprendida por Milei. Recientemente, la patronal de la Clínica Provincial produjo más de 100 despidos, Pirelli se despachó con casi 200 encubiertos bajo la modalidad de “retiros voluntarios” y AYSA delegación Merlo despidió casi una docena de trabajadores. Este ataque al empleo por parte de los “inversores” se produjo ante la mirada cómplice del gobierno municipal que ni siquiera sacó un comunicado repudiando los despidos y en defensa de los puestos de trabajo. Y no podía ser de otra manera porque el propio Menéndez se sumó a la “onda libertaria” para reducir el gasto y equilibrar las cuentas públicas despidiendo centenares de trabajadores precarizados de diversas dependencias municipales, en especial en el sistema de salud (Hospital Eva Perón, Subsecretaria de Adicciones, etc).

Menéndez ensalza que en su tercer mandato se hicieron “pavimentos, obras hidráulicas y plazas en Merlo” y unas semanas después el temporal, que dejó gran parte del distrito bajo el agua, derrumbó de un saque su cuento chino. Llamativamente, no se menciona y tampoco se denuncia, ni siquiera demagógicamente, el fenomenal ataque del gobierno de Milei a los salarios, jubilaciones, la asistencia social, la educación y, en especial, la obra pública que en el caso de Merlo frenó la autopista Merlo-La Plata y la doble vía del ferrocarril Belgrano Sur.

En síntesis, el intendente kirchnerista de Merlo toma como propia la orientación política de Milei cuya esencia consiste en “ordenar las cuentas públicas” para asegurar el pago de la deuda pública a los acreedores del Estado municipal y atraer de este modo las “inversiones privadas”. Esta convergencia de intereses sociales y políticos es lo que explica, en última instancia, el voto favorable de los concejales de Milei al presupuesto de ajuste de Menéndez.

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