Tucumán: claroscuros del paro del 9 de mayo

Escribe Anahí Rodríguez

Tiempo de lectura: 2 minutos

El paro en Tucumán abarcó los sectores educativos, tanto las escuelas públicas y privadas como en la universidad, trasporte, bancarios, camioneros, estatales y la construcción. El comercio se desarrolló casi con normalidad. En el caso de los ingenios se mantuvo la molienda de aquellos que iniciaron la zafra y los aprestos en aquellos que la inician en mayo. En el caso de UATRE, la burocracia declaró que adherían al paro, pero no se paralizó la cosecha, pues los cosecheros trabajan a destajo y necesitan aprovechar los días que no llueve, que de lo contrario no cobran, lo que marca la precariedad laboral en la que trabajan, pero, por sobre todo, el hecho de que el paro dominguero y sin perspectivas en relación a una lucha por las reivindicaciones más sentidas, como son los salarios, no generó ningún entusiasmo.

El primero en la provincia en atacar el paro fue el gobernador Jaldo, quien sostuvo que “los que hacen paro es para quedarse a dormir”. Señaló, además, que el gobierno está estudiando realizar los descuentos correspondientes a los sectores estatales que pararon, la misma amenaza que realizó frente al paro docente del 04 de abril. También se refirió al transporte, marcando que las 3.000 familias de UTA deberían cuidar su fuente de trabajo porque cobran gracias al subsidio que el gobierno les da a los empresarios. Las amenazas y aprietes del “peronista-libertario” están en consonancia con su postura de apoyar el proyecto de Ley de Bases y su alineamiento más general con la política de Milei.

Días antes del paro, el secretario general de ATE, Jorge Flores, en un programa de televisión manifestó apoyar la Ley de Bases y le pedía a senadores por Tucumán, Manzur y Mendoza, que voten positivamente en el Senado. Este planteo provocó una crisis en la conducción de ATE. Desde ATE nacional le exigieron que se rectifique, y a nivel local, hubo asambleas en algunas reparticiones que cuestionaron esa postura y hasta llegaron a reclamar la revocabilidad. Al día siguiente ATE Tucumán emitió un documento de adhesión al paro nacional.

La CGT Tucumán nunca apareció en la escena. La mayoría de los sindicatos dominados por la burocracia que adhirieron al paro, mantuvieron su carácter dominguero.

El único sindicato que convocó públicamente a una concentración en Plaza Independencia fue la ADIUNT, el sindicato de la docencia universitaria.

A la misma convergieron varias organizaciones sociales y la CTA, el Sindicato de Municipales de Aguilares, dirigido por el PCR que decidió a último momento sumarse a la convocatoria. También lo hicieron los partidos que integran el FITU y Política Obrera.

En la actividad todos hicieron uso de la palabra, solo la ADIUNT y los docentes autoconvocados en su intervención desarrollaron una crítica y delimitación con la burocracia de la CGT y la necesidad de darle continuidad al proceso de lucha mediante autoconvocatorias, poniendo en pie coordinadoras que integren a los sindicatos o cuerpos de delegados combativos, a las organizaciones autoconvocadas de lucha, que vaya preparando las condiciones para avanzar a una lucha en serio y de conjunto, la huelga general.

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