Organicemos los reclamos de Exactas

Escribe Micaela Diaz

Tiempo de lectura: 2 minutos

En Exactas arrancaron las clases en su formato virtual. Esta modalidad, impuesta por la emergencia sanitaria, sin embargo, es llevada adelante sin haber resuelto un conjunto los problemas que plantea.

La virtualidad ‘a secas’, sin un programa de fondo por parte de la facultad, que garantice los medios necesarios como el acceso a computadoras y a internet para la comunidad educativa habilita la deserción en masa. Vale aclarar que la liberación de datos móviles por parte de las compañías telefónicas no aplica en plataformas utilizadas como Zoom.

Por su parte la docencia se encuentra en una situación de vulnerabilidad absoluta: sin aumento salarial, sin cláusula gatillo y en condiciones de sobretrabajo por todo lo que significa adaptar las clases a la virtualidad y dar seguimiento a comisiones superpobladas de estudiantes. La situación se agrava en los casos de hacinamiento habitacional o responsabilidades de cuidado.

Cuando las autoridades de la facultad buscan asegurarse el desarrollo del calendario académico sin invertir en medios tecnológicos y en la ampliación sin restricción y aumento de las becas estudiantiles, propinan un mazazo a la juventud trabajadora imposibilitada de acceder a la cursada. En el caso de los CBC, existe una negativa de las autoridades a orientar recursos al sector de ingresantes, el cual se encuentra abandonado, imposibilitado de hecho a cualquier adaptación virtual.

Organicemos los reclamos

Está claro que nos enfrentamos a una situación excepcional prolongada en el tiempo, y que requiere de soluciones, por lo tanto, excepcionales. Sin embargo, las respuestas que vayamos transitando requieren la mayor organización del movimiento estudiantil y de los trabajadores de la universidad. En esta situación, no podemos guiarnos con recetas o conceptos prefigurados, necesitamos aportar nuestra creatividad para darle una salida a las necesidades de estudiantes y docentes.

Rechazamos el llamado unilateral del rectorado de la UBA a iniciar el ciclo lectivo a partir de junio, cuando se prevé el mayor pico de contagios. Con su decisión, el rectorado de la UBA aporta su grano de arena a las presiones capitalistas que quieren romper la cuarentena. Esa es la orientación de los Trump y Bolsonaro. El desdén por la vida de los trabajadores y estudiantes tiene que ser enérgicamente contrapuesto por un programa con todas nuestras reivindicaciones.

Defender la cuarentena implica recoger esta excepcionalidad de ser la virtualidad el medio para resolver el problema educativo. Pero tiene que ser discutida por el conjunto de la comunidad educativa.

No podemos sortear la pandemia, reclamando un "mayor esfuerzo" a la docencia, como han encargado las autoridades y la propia conducción del centro de estudiantes. Necesitamos una instancia de deliberación que nos permita organizarnos para garantizar las condiciones de cursada en nuestros términos, en contra de las salidas rápidas que buscan las autoridades.

Hasta ahora La Cámpora-Identidad no se ha puesto al servicio de organizar a Exactas por sus reclamos, por el contrario, cumplen el papel de brazo de las autoridades. Proponemos una asamblea del centro de estudiantes que debata esta situación y organice a la facultad por sus reivindicaciones.

Vamos por:

  • Computadoras y acceso a internet para todos los que lo necesiten -Capacitaciones sobre herramientas informáticas para toda la comunidad educativa, a cargo del Estado. -Ampliación y aumento de becas estudiantiles
  • Ingreso masivo de plantel docente para garantizar el desdoblamiento de comisiones -Aumento salarial y cláusula gatillo para los docentes
  • Que se garantice la modalidad virtual para las materias del CBC, respetando los derechos docentes y estudiantiles
  • Foros de debate por carrera para abordar las problemáticas de la virtualidad
  • Aumento del presupuesto educativo
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