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El pasado 26 de mayo fue asesinado frente a una pizzería de Villa Bosch, Emanuel Osvaldo Ledesma, un trabajador de reparto de apenas 30 años. Sus compañeros, vecinos y familiares se movilizaron hasta la Comisaría 5° de Loma Hermosa, en Tres de Febrero donde fueron salvajemente reprimidos. Si bien en los medios se registra un solo detenido, las asambleas populares del distrito denuncian 19 detenidos que fueron trasladados a la Comisaría 1° de San Martín y, luego de la presión de vecinos y familiares, fueron liberados por la noche.
La perspectiva del ajuste a los trabajadores que propone la reforma laboral, muestra en los ultraprecarizados jóvenes trabajadores del delivery la barbarie que conlleva. Sin horarios, sin salario, sin obra social, sin seguro, sin ningún derecho laboral, el capitalismo a tracción a sangre se mantiene sólo ejerciendo la violencia de cabo a rabo en el sistema.
Otra vez, la comisaría 5°
El robo de motos, como el robo de teléfonos celulares o el narcotráfico, forma parte de un entramado que involucra, en primer lugar, a la policía del distrito.
Desde el año 2013, en el marco de una denuncia por el desarmadero a cielo abierto que se encontraba dentro del Barrio Esperanza, se realizó una investigación recolectando denuncias entre los vecinos “En todas ellas hay denuncias contra las comisarías, explicó un funcionario judicial. En una causa, que aún continúa abierta, estuvieron involucrados los jefes de la Comisaría 5°. Aunque, aclaró el funcionario, no hay ningún policía procesado” (Cosecha Roja, 30/01/13).
Bajo el mismo manto de impunidad, fue en Loma Hermosa donde se dejó el cadáver de un policía federal -durante dos días enteros, dentro de un auto- con un mensaje narco estilo Rosario, en el año 2021. Un año después, también en el barrio, morirían 24 jóvenes por cocaína envenenada. Apenas dos décadas más tarde del crimen de Gisella Barreto, una niña de 12 años, fusilada por la espalda por personal de la 5°.
Para nuestros principios de siglo, un tercio de la población del cementerio de Pablo Podestá le pertenecía a cuerpos de entre 15 y 18 años.
La delincuencia que organiza a los delincuentes está constituida por la escuela “Chocobar”, haciendo uso de los jóvenes en situación marginal como mano de obra barata, generando circuitos de criminalidad y corrupción donde el “mercado se regula solo” y cada vida vale lo que puede.
Un proceso que recién comienza
Los jóvenes trabajadores de “Pedidos Ya”, han protagonizado tres jornadas consecutivas que denuncian la complicidad policial en Caseros, San Martín y Morón, con detenciones e incautaciones de sus vehículos (una indispensable herramienta de trabajo) en todos los casos, su demonización por parte de los medios de comunicación y un bloqueo periodístico respecto de la denuncia de precariedad laboral e inseguridad a la que están sometidos. En el corte de ruta sobre Avda. Vergara y Gaona del pasado 29, los repartidores consideraban la acción como un paro de hecho.
La instalación de un Estado policial requiere de una fuerza entrenada, que responda a la decisión del poder político. Lo que existe es, por ahora, la necesaria connivencia entre los intendentes del conurbano, la mafia policial y el narcotráfico. En este caso de Valenzuela en Tres de Febrero (Pro) y Moreira en San Martín (UxP).
Es lo que señalan los vecinos de Tres de Febrero incendiando patrulleros.
