Tucumán

Alperovich sigue siendo protegido por la Justicia

Escribe Alejandra del Castillo

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El 3 de junio, en el mismo día de las movilizaciones por el 9° Ni una Menos, Alperovich declaró en el juicio que se lleva adelante en su contra por los abusos a su sobrina y ex secretaria. Llegó a esta instancia luego de 5 años, durante los cuales interpuso distintas maniobras para alargar los plazos y embarrar la cancha.

Alperovich se presentó a la audiencia junto a sus hijos y esposa, la ex senadora Beatriz Rojkés, en una clara escenificación del buen padre de familia que dice ser. Cabe destacar que todos ellos viven de la fortuna que hizo Alperovich, vinculada a diversos negociados impunes que realizó en su provecho, estando en el poder y que incrementaron millonariamente sus arcas, e incluso algunas de sus hijas ingresaron al mundo de la política haciendo gala de su apellido.

En su declaración, Alperovich se jactó de sus 12 años de gobierno, de su cualidad de buen gestor para llevar adelante las obras públicas y fomentar los call center, el arándano y de la buena imagen que tenía en la provincia. Lo que no dijo, por supuesto, es que durante sus 12 años de gobierno estuvo directamente vinculado, a través de sus empresas, al negocio de la construcción e inmobiliarios y la SAT (Sociedad Aguas del Tucumán), a la compra venta de autos, a los negocios ligados a la explotación de los yacimientos mineros de La Alumbrera y otros en Catamarca junto con la Universidad Nacional de Tucumán, a los negociados con la ganadería y las tierras en Santiago, entre otros.

Tampoco mencionó que durante su gobierno desapareció Marita Verón en mano de la banda de los Ale con quienes Alperovich tenía profundos lazos. Les entregó a estos el control del servicio de remises y su líder aparecía en actos y en reuniones en la casa de gobierno. En 2006 se produjo el crimen de Paulina Lebbos y todo el gobierno alperovichista estuvo involucrado en el encubrimiento. Distintos funcionarios del alto mando policial y del ministro de seguridad, como ocurrió con Di Lella fueron condenados luego de largos años de lucha contra la impunidad. Una sentencia de 2019 ordenó investigar a Alperovich por encubrimiento, pero la investigación está cajoneada por indicación del ministro público fiscal, Pirincho Jiménez, un amigo de los dueños del poder.

Como era de esperarse, Alperovich negó todos los hechos expresando que se trata de una causa armada que tiene móvil económico y un móvil político. Señaló a Cisneros, actual diputado nacional por UxP, y dirigente de la Asociación Bancaria en Tucumán, como responsable de toda la operación. Antes también había señalado a David Mizrahi, ex concejal peronista, con quien luego su hija, Sara Alperovich, compartió lista en las últimas elecciones. Dijo que se siente un muerto en vida como consecuencias de la denuncia. Sin embargo, Alperovich todavía cuenta con grandes negocios en la provincia y, como se expresó, con protección judicial en Tucumán en tanto la causa en la que debe ser investigado por encubrimiento en el crimen impune de Paulina Lebbos no avanza.

El juicio ya está en su instancia final y la sentencia podría conocerse en julio. Si bien las pruebas contra Alperovich son contundentes, es fundamental visibilizar la causa y el reclamo en tanto no se puede esperar demasiado de la justicia. Incluso en el caso que sea condenado podrá apelar y apostar al paso del tiempo para gozar de impunidad. Expresamos nuestro apoyo y acompañamiento a la denunciante y seguiremos la lucha para enfrentar la impunidad.

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3 de junio: declara Alperovich en el juicio por los abusos sexuales Por Alejandra del Castillo, 03/06/2024.

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