“No en mi nombre”

Escribe Comité Editorial

La lucha del socialismo revolucionario internacional contra el genocidio de Palestina

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En la marcha que tuvo lugar este sábado contra el genocidio en Gaza, no sólo tuvo un destaque invisible la presencia, tardía por cierto, de cuatro o cinco figuras del peronismo, que de todos modos no tendrá ninguna consecuencia política, como por ejemplo un proyecto de ley que rompa las relaciones diplomáticas de Argentina con Israel. El sionismo vernáculo tiene vínculos sólidos con la jerarquía peronista, con independencia de los ataques al kirchnerismo por el memorando firmado con Irán.

Lo que, sin embargo se volvió a manifestar, fue ver militantes del FITU, pero en especial del aparato del PO, luciendo remeras con la inscripción “no en mi nombre”. Se trata de una expresión de política identitaria,no socialista. “No en mi nombre” es una consigna de rechazo a la pretensión de Netanyahu de llevar adelante la masacre en nombre del judaísmo. Este distanciamiento no es una posición de lucha, aunque se esgrima en una manifestación callejera. No se trata salvar la reputación del judaísmo, que tiene una historia de larga lucha masiva contra el capitalismo, desde la formación del Bund, la Unión Socialista Judía, fundado en la segunda mitad del siglo XIX, hasta la formación de los socialistas internacionalistas, en primer lugar el bolchevismo, que tuvo una larga presencia judía en su liderazgo político.

Esta desgraciada manifestación de indentitarismo es asumida, en el caso del FITU, por militantes que se reivindican de la IV Internacional. Es el otro aspecto de una política no revolucionaria, a saber, que no marcha, en apoyo a la resistencia y la lucha nacionales del pueblo palestino con banderas socialistas e internacionalistas (la bandera roja) sino con estandartes nacionalistas, en este caso el nacionalismo palestino. La confusión que introduce esta política es enorme, porque se asocia a movimientos irredentistas e incluso teocráticos, que no plantean ninguna oposición al capital o al estado capitalista, sino que plantean todo lo contrario. La lucha contra todas las formas de opresión -todas- debe hacerse en nombre del socialismo y de la lucha por la unidad internacional de la clase obrera y de los trabajadores, no desde la identidad de género, etaria o nacionalista. El enorme sacrificio a que es sometido el pueblo palestino por los criminales de guerra del estado sionista, no debería ser usado, como lo es en lo que hace al FITU, como pretexto para abandonar el internacionalismo proletario y la lucha por la abolición de la explotación del hombre por el hombre.

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