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La audiencia convocada entre Fate y el Sutna convocada por el Ministerio se ha convertido en un escenario de dilaciones, concertado entre la empresa y la cartera laboral, en perjuicio de los trabajadores del neumático. La empresa busca atenerse al acuerdo de reducciones salariales al 75% pactado entre la CGT, la UIA y el gobierno nacional, y extorsiona a los trabajadores amenazando con no reanudar la producción hasta que el sindicato no acuerde. La dirección del Sutna lo ha rechazado de plano, desarrollando distintas medidas de lucha.
La audiencia, realizada el 11 de mayo, fue precedida por una vigilia frente a la fábrica de San Fernando desde el viernes, cuando se produjeron los descuentos, y que recogió la solidaridad de numerosas delegaciones obreras de la Zona Norte. La vigilia se sostuvo durante todo el fin de semana. El Sutna también convocó a una movilización a las puertas del Ministerio, horas antes de la audiencia, en el marco de una pelea que se presenta con la dificultad de que la fábrica no está produciendo. A pesar de los condicionamientos propios de la pandemia, se hicieron presentes sectores del movimiento obrero y fuerzas de izquierda, entre ellas, nuestra Tendencia.
La audiencia se prolongó hasta la noche del lunes. Los dirigentes de la Negra denunciaron la complicidad del Ministerio de Trabajo encabezado por Moroni, con el plan de la empresa de suspensiones con reducción salarial. Ante la posición cerrada de la patronal de Madanes Quintanilla, el Ministerio dictaminó un cuarto intermedio hasta el día siguiente. El martes, durante toda la jornada, los representantes de los trabajadores estuvieron a la espera de su reapertura, lo que finalmente no sucedió.
La patronal de Fate arrancó numerosas concesiones al Estado durante el “proceso preventivo de crisis” del año pasado. Nuevamente, puso en marcha ese juego de presiones a dos bandas. Finalmente, por distintos medios llegó a los trabajadores la información de que el gobierno había aprobado el subsidio (ATP) del 50% del salario, lo que coincidiría con lo descontado por la empresa en el último pago. Si bien más del 80% de las empresas del país se había anotado para que el Estado pague los salarios, el subsidio a Madanes Quintanilla no estaba confirmado. Ante esta confirmación, los trabajadores decidieron levantar, momentáneamente la vigilia.
De todos modos, los planes patronales de suspensiones incluyen en casi todos los casos que el gobierno pague el 50% de la nómina salarial, y Fate no parece ser la excepción. Las patronales buscan repartirse a medias con los trabajadores el 50% restante, pagando sólo el 25% del salario y descontando el 25% restante. Aun cobrando la totalidad de la última quincena, la pelea abierta entre las patronales, con Fate a la cabeza, y el Sutna sigue abierta.
Por su parte, la Violeta, de Pedro Wasiejko, ha estado ausente tanto de la vigilia frente a la planta de Fate como de la movilización al Ministerio. Es claro que su afinidad al gobierno nacional los coloca en el campo de la defensa del acuerdo entre éste, la CGT y la UIA. Quieren volver al frente del gremio para hacer pasar las reducciones salariales.
El acuerdo de la CGT, la UIA y el Gobierno ha cosechado el rechazo de la base de varios gremios; en el Plástico, tuvieron que dejar sin efecto un acuerdo calcado, al igual que en la UOM de Caló. Entre los textiles ha despertado un proceso de lucha, tanto en Tierra del Fuego, como en Chubut y en distintas fábricas de Buenos Aires. El Sutna es uno de los primeros sindicatos nacionales que lo enfrenta: el moyanismo, mientras lo rechaza de palabra, deja que las empresas descuenten los ítems como viático y comedor que componen buena parte del salario de los Camioneros.
Las dilaciones entre el Ministerio y la empresa no tienen otro objetivo que elegir el mejor momento para abrir un choque estratégico para la patronal de Madanes Quintanilla, por doblegar a la directiva del Sutna y por imponer las reducciones salariales.