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Desde hace varios meses la patronal de IMSA lleva adelante despidos ilegales bajo la modalidad de “retiros voluntarios”. La patronal, para conseguir que los obreros acepten su propio despido, recurre a todo tipo de aprietes y extorsiones. De este modo la empresa logró despedir a 30 compañeros, muchos de ellos con casi 20 años de antigüedad.
En este cuadro de despidos sin caída de la producción, la patronal instruyó a algunos supervisores adictos a ella a apretar, por todos los medios, a los trabajadores para que sostengan los niveles de producción. En síntesis, la patronal pretende con menos personal mantener los niveles de producción y esto se logra aumentando los ritmos de producción. En esta faena, algunos supervisores recurren al hostigamiento psicológico para que el trabajador se mate trabajando y de este modo llegar a los objetivos productivos. Esta situación motivó que el cuerpo de delegados la denunciara públicamente, colocando en la puerta de la fábrica banderas con la siguiente leyenda: “IMSA debe cuidar la salud mental de los trabajadores” y “Basta de malos tratos. Libre de maltrato”.
Para la dirección de la UOM seccional oeste los despidos ilegales son “Acuerdos de extinción del vínculo laboral” y, por tanto, no existe conflicto porque “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”. Sin embargo, la patronal actúa fuera del marco de la ley de Contrato de Trabajo e incluso de la propia Constitución Nacional apretando a los compañeros para que “voluntariamente” acepten “la extinción del vínculo laboral”. Estos aprietes no son una marca registrada de IMSA. La patronal de Pirelli, por ejemplo, despidió varios centenares de trabajadores en el último año con la pantalla de los “retiros voluntarios”.
Desde Política Obrera planteamos el cese de los hostigamientos y los malos tratos a los trabajadores y el cese de los despidos y de los aprietes para sostener la producción con menos personal.