ADIUNT: arrancamos la paritaria, la virtualidad en la mesa

Escribe Diego Toscano

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Desde que arrancó la cuarentena obligatoria, la docencia universitaria de todo el país viene discutiendo las condiciones laborales y de enseñanza en este contexto de pandemia.

Las autoridades de la UNT, en sintonía con las camarillas que dirigen la mayor parte de las universidades y con el ministerio de Educación de la Nación, buscaron implementar la llamada “virtualización”, pero sin un debate mínimamente democrático en las casas de estudio ni destinar los recursos necesarios para que sea posible.

La mayoría de los docentes y de los estudiantes carecen de los medios necesarios para sostener un “cursado virtual” que merezca recibir ese nombre. La obsolescencia tecnológica, no solo de las computadoras personales de la mayor parte de los docentes, sino también de los propios servidores institucionales, el elevado costo y la pésima calidad de los servicios de internet, tanto hogareños como de telefonía celular, la falta de capacitación estructural en educación digital y el monopolio completo de las grandes empresas de software y de infocomunicación han tirado abajo, en menos de 50 días, la ilusión tecnoeducativa.

En este cuadro, los reclamos docentes sobre las condiciones laborales han crecido de manera sostenida. Las camarillas se niegan a discutir las nuevas condiciones laborales y, más aún, a reconocer nuevos derechos. La burocracia sindical universitaria comandada por Conadu Yasky y FEDUN, prestó un servicio esencial en esta etapa. Pero a medida que algunos gremios docentes lograron recuperar su funcionamiento y convocaron asambleas y reuniones de delegados, surgieron planteos de lucha y medidas de fuerza, en particular por la vigencia de las excepciones laborales.

ADIUNT, por ejemplo, desarrolló una fuerte campaña de denuncia de la negativa de la UNT a convocar a paritarias. Tuvimos que llegar al extremo de presentarnos ante el Ministerio de Trabajo de la Nación reclamando la paritaria y desenvolvimos un plan de asambleas por facultades y escuelas y convocamos una asamblea general para el viernes 15 de mayo para votar medidas de fuerza. Finalmente, la UNT convocó a la paritaria para el jueves 14.

No obstante, no hay, desde el punto de vista de las camarillas, ninguna intención en avanzar con el reconocimiento de los derechos docentes. La asamblea del viernes 15 tendrá que examinar rigurosamente lo que se discuta en la paritaria del día anterior y adoptar medidas de fuerza si fuesen necesarias. Hemos propuesto un temario para la paritaria y hemos planteado un método para evitar que las autoridades busquen dilatar las discusiones.

Protesta por las prestaciones de salud de la obra social

Entre los principales reclamos docentes están las prestaciones de la obra social, ASUNT.

El cierre de los centros médicos propios, la implementación de un servicio virtual de autorización de órdenes vía WhatsApp, que demora hasta una semana trámites de salud que son urgentes, la no implementación de teleasistencia médica, entre otros reclamos, llevaron a la ADIUNT a realizar una protesta en las puertas de la obra social, el martes 12. Esta protesta arrancó el compromiso del Rector, en la sesión de Consejo Superior del mismo día, de presentar un informe de ASUNT en la paritaria del jueves 14.

La cuarentena ha puesto en evidencia que los docentes, no-docentes y jubilados afiliados a ASUNT no podemos seguir dejando en manos del rectorado la conducción de nuestra obra social. De la mano de las camarillas, ASUNT, como el resto de las obras sociales universitarias, viene siendo vaciada en beneficio de los grupos empresarios de la salud, los sanatorios y los laboratorios. En el cuadro del agravamiento de la pandemia, este vaciamiento es criminal.

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