UNLP: Una "virtualidad" que promueve la deserción

Escribe Matías Solanilla

Tiempo de lectura: 2 minutos

Como en la inmensa mayoría de las universidades, en la UNLP los estudiantes venimos padeciendo duramente las consecuencias de la pandemia y la política que las autoridades. La virtualidad del “sálvese quien pueda” y la crisis están expulsando estudiantes en masa. No lo ve así, sin embargo, el rector de la UNLP, quien recientemente anunció su satisfacción con la modalidad virtual y anunció la extensión de la misma a todo el año.

Desde la UJS (T) hemos puesto el eje, desde el inicio de la cuarentena, en que se debía garantizar la posibilidad de cursar, en los marcos de la emergencia sanitaria, y que esto requería una inversión considerable de parte de la UNLP (plataformas web, servidores, capacitaciones, elementos para estudiantes como notebooks y conexión a internet). Planteamos, además, que la FULP y los Centros de Estudiantes debían tomar la iniciativa, convocar asambleas, construir pliegos de reclamos concretos y votar planes de acción para imponerlos.

Transcurridos casi dos meses de cuarentena, la situación de las clases virtuales y las declaraciones del Rector confirman nuestras hipótesis y pronósticos: sin recursos, la virtualidad significa expulsión en masa. Las autoridades no han hecho nada para garantizar el acceso a las plataformas.

La Fulp

La burocracia, tanto el peronismo que dirige la Federación y la mayoría de los centros como el radicalismo-Franja Morada, que dirige algunos centros y el Rectorado, han desplegado una campaña de que “estamos todos en la misma”. Militan la idea de que las autoridades son también víctimas de esta situación y que, por lo tanto, no es momento de pelearnos. Agregan que se pueden conseguir mejoras sin luchar, cuyo único ejemplo es una beca alimentaria que reemplazaría al comedor (cerrado durante cuarentena), pero que tampoco es universal (como sí es el uso del comedor) ni alcanza para garantizar su próposito.

La FULP convocó a una Junta Representativa de todos los centros, cuyas resoluciones y debates se desconocen. La FULP ha lanzado una campaña de “propuestas” que no es acompañada de ninguna iniciativa, fuera de la propaganda. La izquierda (FIT-U), sostiene que “hay problemas más serios”.

Desde la UJS(T) promovemos asambleas y espacios de organización; fue lo que planteamos en la Comisión por la Permanencia convocada por el Centro de Psicología.

El movimiento estudiantil enfrenta en este momento desafíos enormes, porque es incuestionable que la pandemia está siendo utilizada para promover la deserción estudiantil y alcanzar el objetivo de reducir la población universitaria. Aquí talla también el FMI.

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