La CGT, las dos CTA y los “cayetanos” celebran San Cayetano bajo el protocolo de Bullrich

Escribe Silvina Yoga

Una convocatoria para disimular la colaboración de la burocracia sindical con el gobierno.

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En la celebración religiosa de San Cayetano, el patrono católico del trabajo, participarán las centrales sindicales y los movimientos sociales que tradicionalmente son parte de esta procesión, como la UTEP, el Movimiento Evita y la CCC. Algunas cámaras empresarias y pymes también serán de la partida. El lunes 29 se llevó adelante una reunión en el local central de Madres de Plaza de Mayo para diseñar la convocatoria.

Los convocantes anuncian “una procesión” de Liniers a Plaza de Mayo. Pero estrictamente, no hay procesión, mucho menos una marcha: el consejo directivo de la CGT definió estar presente, pero evaluó si esto no podría significar “confrontar demasiado” con el gobierno y el protocolo Bullrich y baraja “alternativas”. Este enfoque fue explicitado por Nicolás Caropresi, referente del MTE-UTEP, a Página/12: “La idea es hacer una bendición de herramientas en San Cayetano y luego habrá una procesión simbólica hacia Plaza de Mayo, donde sí habrá una gran concentración bajo la consigna Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo. No queremos un escenario donde se plantee una confrontación con el protocolo antipiquetes de Bullrich”, dijo, aclarando su intención de no marchar. Los Cayetanos y la CGT no cumplirán siquiera con la tradición de las marchas de San Cayetano, que en algunas circunstancias históricas -como bajo la dictadura militar en 1981 o con Macri en 2016- han servido de canal para movilizaciones en reclamo de trabajo y contra los gobiernos de turno. En medio de una crisis social galopante, que ameritaría una marcha masiva, la burocracia sindical no pretende “canalizar” nada: sus idas y vueltas con el gobierno en torno de la reglamentación de la reforma laboral dependen del socorro de fondos a las obras sociales, largamente vaciadas con el concurso de la propia burocracia.

La asistencia del triunvirato de la CGT -Daer, Acuña y Moyano- a la Plaza de Mayo no tiene otro propósito que el de disimular esa colaboración política con el gobierno. La CGT ha sometido al más feroz aislamiento a las fábricas y reparticiones cruzadas por despidos masivos -comenzando por el Neumático. La concurrencia a la Iglesia de Liniers, y el traslado motorizado a la Plaza de Mayo para no incomodar a Bullrich, delata la complicidad con las patronales y el gobierno antiobrero.

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