Universidad: como en Córdoba, huelga general del 12 al 16 de agosto

Escribe Anahí Rodríguez

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El gobierno eliminó las paritarias universitarias al fijar un aumento del 4% para docentes y no docentes por medio de un decreto. Con otro decreto, a los pocos días, dio a conocer los instructivos de liquidación que eleva el aumento al 7,5%. Se sospecha que esta modificación fue un pedido de incremento de la burocracia sindical, que necesita mostrar una migaja a su propio aparato y desactivar las medidas de algunas de las federaciones docentes anunciadas para el segundo cuatrimestre. Antes de fin de año, el gobierno pretende imponer algunas ‘reformas’ en las universidades de carácter privatista.

El 7,5% no modifica el derrumbe que han sufrido los salarios de los trabajadores (docentes y no docentes). Entre diciembre del 23 y junio del 24, han perdido el 40% de su poder adquisitivo.

Los Jefes de Trabajos Prácticos (JTP) con menos de 15 años de antigüedad, los docentes adjuntos con menos de siete años de antigüedad y los ayudantes con menos de 20 años de antigüedad con categoría exclusiva cobran salarios por debajo de la línea de pobreza, ni hablar de las categorías con semidedicación o simples o los docentes que recién ingresan a la docencia que carecen del adicional salarial por antigüedad. El derrumbe salarial y la reducción del presupuesto universitario en su conjunto, han creado un escenario conflictivo más agudo que el del primer cuatrimestre.

En diversas universidades se multiplican las asambleas y, como ocurre en la Universidad de Córdoba, han adoptado medidas de lucha: no toma de exámenes a finales de julio, paro de 24 horas el 29 de julio, y un nuevo paro de 24 horas el miércoles 7 de agosto, clases públicas –todo, para llegar a una huelga general la semana del 12 al 16 de agosto.

Por otro lado, se hizo público la intervención gubernamental a la Universidad Nacional de Madres de Plaza de Mayo, con vistas a su liquidación. En el primer cuatrimestre, había sido completamente desfinanciada, lo que obligó a que las clases dejaran de ser presenciales.

Otras casas de estudio, como es el caso de la Universidad de Moreno, se vieron obligadas a suspender los cursos de ingreso debido a la falta de presupuesto.

Con este escenario, el miércoles 31 se reunió la Mesa Sindical de Universidades Nacionales, que nuclea a todas las federaciones, conjuntamente con la UTEP. En lugar de discutir el alcance y modalidad de la huelga nacional votada para el 12 de agosto, decidió la participación en la movilización de San Cayetano el miércoles 7, que no será tal, porque el trayecto de Liniers a Plaza de Mayo se hará con transporte fletado. Los organizadores han declarado que no quieren chocar con el Protocolo represivo de Bullrich-Milei. La reunión del frente pasó a un cuarto intermedio hasta la próxima semana. La CONADU H y CONADU han elegido los gestos de lucha en lugar de la lucha misma, y aun menos que eso –de una lucha hasta la victoria. Ha abandonado los discursos que prometían una nueva Marcha Federal, han dejado aislada la lucha universitaria de Córdoba y postergaron el plenario de secretarios generales en CONADU H, previsto originalmente para el 2 de agosto. El Frente Sindical Universitario se ha transformado en un lastre. La FEDUN, que integra la CGT, a pesar de ser un sello vacío, ha impuesto su política de colaboración con el gobierno.

El camino lo marca Córdoba. Por medio de asambleas generales, coordinaciones entre asociaciones y tendencias combativas, es necesario abrir una deliberación para imponer la huelga a partir del 12 de agosto y replicar una marcha federal educativa.

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