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El inicio de cuatrimestre en los colegios secundarios de CABA ocurre entre conflictos que afectan a toda la educación. La docencia de las provincias de Entre Ríos, Neuquén, Córdoba, Santa Fe y Chubut han resuelto el no inicio de clases a través de huelgas y movilizaciones. En la universidad, la docencia de todo el país prepara el no inicio de clases para la semana del 12 de agosto.
Los colegios de CABA no son ajenos a este escenario. La situación salarial de nuestos docentes es similar a la del resto del país. Se ha profundizado en estos meses el estado de ruina que atraviesan las escuelas y la conversión de la educación en una bolsa de trabajo gratuita, al servicio de los capitalistas amigos del gobierno de la Ciudad. A pesar de las acusaciones de Macri y Acuña contra los docentes, son ellos y los gobiernos precedentes los responsables de que se pierdan días de clase por el deterioro de las escuelas.
El ahogo presupuestario es una herramienta del gobierno para facilitar el negocio de la educación privada. Jorge Macri le ha dedicado, durante el cuatrimestre pasado, subsidios millonarios y toda clase de exenciones impositivas, fondos que no adjudica para las obras necesarias en los colegios públicos.
Sobre está liquidación ocurre la implementación de reformas educativas. El régimen de las ACAPS (pasantías), que en 2022 fomentó una huelga estudiantil con tomas de colegios y movilizaciones multitudinarias, ha convertido al 5to. año de los colegios secundarios en bolsas de mano de obra gratuita. En la mayoría de los casos, las supuestas prácticas educativas no guardan ninguna relación con el proceso de aprendizaje en los colegios. Una verdadera educación puesta al servicio de la transformación de la sociedad y el ser humano debe unir la teoría y la práctica. Las ACAPS, por el contrario, defienden la incorporación estudiantil al mundo del trabajo sin una vinculación con los contenidos vistos en clase, y en condiciones que ponen en riesgo a los estudiantes: sin seguro ni medios de transporte garantizados, deben llegar hasta el lugar donde realizan las pasantías por sus propios medios. Ni el Estado ni el empleador se hacen responsables por lo que pueda pasar en el trayecto.
Miles de estudiantes secundarios participamos de la masiva marcha educativa del 23 de abril. Fue una marcha contra la política del gobierno de Milei. Estuvo precedida por asambleas y cortes de calle. En apoyo de la lucha docente y por nuestros propios reclamos, es necesario impulsar en los colegios una nueva movilización, a través de asambleas, pronunciamientos de cursos y de la coordinación entre colegios, que continúe el camino iniciado en abril, contra la política privatista y hambreadora de los gobiernos de CABA y Nación.
La crisis educativa es inseparable de la crisis del régimen. La educación convertida en negocio o bolsa de mano de obra gratuita, demuestra que punto han alcanzado los intereses de la clase capitalista. Por el salario docente, escuelas de calidad y por una educación al servicio de las necesidades populares, retomemos el camino de la lucha.