Escribe Emiliano Fabris
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Ante el tratamiento del proyecto que declara a la educación como un “servicio esencial”, se desarrolló un importante paro en la provincia de Buenos Aires, impulsado por las seccionales de la Multicolor de Bahía Blanca, Tigre y Marcos Paz, que se sintió en varios distritos. ADEMyS, en CABA, también convocó a parar. En Santa Cruz, ADOSAC convocó a parar con un importante acatamiento y se realizaron radios abiertas y cartelazos. En Neuquén, ATEN terminaba de cumplir unas 72 horas de paro, en lucha contra la imposición del “presentismo docente” (otra variante de ataque a la huelga docente) y desarrollaba una asamblea masiva para evaluar continuidad. Otros sindicatos, como UEPC de Córdoba Capital, convocaron a movilizaciones.
Una vez anunciado el paro Multicolor en Buenos Aires, la CTERA anunció que convocaba a una “jornada nacional de lucha”, con movilización al Congreso Nacional, sin paro. Esta “movilización” de la CTERA fue directamente un fiasco y duró apenas unos minutos. Aun así, la Policía Federal intentó reprimirla. En el resto del país no tuvo expresión alguna. La CTERA anuncia la convocatoria a una “Marcha Federal” recién para septiembre, cuando el proyecto de la esencialidad podría estar aprobado definitivamente.
Sin dudas, la novedad ha sido la irrupción de la huelga docente en Buenos Aires. En los distritos de Bahía Blanca, Marcos Paz y Tigre, la adhesión fue gigantesca. En Bahía Blanca, se desarrolló una clase pública en conjunto con el sindicato de docentes universitarios en huelga y una radio abierta. En el resto de la provincia, la adhesión ha sido modesta, pero con impacto destacado en La Plata, Ensenada y muchas escuelas de La Matanza, Almirante Brown, Avellaneda y Ezeiza. Es importante porque el paro fue tan solo preparado con un día de anticipación. Persisten aún los impactos de los descuentos masivos aplicados por Kicillof a fines de 2023. Se desarrollaron nuevamente los ataques arteros de la burocracia sindical de la Celeste del SUTEBA, quien difundía en las escuelas que el paro sería descontado y sancionado. Baradel habla como un miembro del gabinete de Kicillof, a quien le firma las paritarias sin consultar a un solo docente.
En el Congreso Nacional, la Multicolor de SUTEBA organizó una radio abierta junto con miembros de la UEPC de Córdoba Capital, ADEMyS, AGD-UBA. Nuestra corriente, Tendencia Docente Clasista, llamó a parar en las escuelas de Buenos Aires y participó en esta jornada. Tomamos la palabra y llamamos a tomar la lucha contra la esencialidad en nuestras propias manos, ante la defección histórica de la CTERA.
En Diputados, el Gobierno y sus socios acordaron dar quorum para atender una serie de proyectos, en los cuales está incluida la esencialidad educativa, un proyecto armado por el exministro de Educación Alejandro Finocchiaro. Finocchiario afirmó en Clarín que la ley busca “regular el ejercicio de la huelga”, un perfecto contrasentido. Además, que “no apunta a situaciones como las que hubo en Chubut o Santa Cruz, donde a los docentes no se les paga el salario y por eso paran durante muchos días. Es contra los paros políticos, como los que hace CTERA, que más que un sindicato se convirtió en un movimiento político sindical”. El Estado de las “libertades” tendría que definir cuándo una huelga es “política” y cuándo no, como si no pagar los salarios, como sucedió en Chubut y Santa Cruz, fuera algo “no político”.
Hugo Yasky, diputado nacional de UxP y dirigente de la CTERA, dijo que “Estamos ante una ley que en la práctica no se va a cumplir, y que va a significar simplemente tener que ir a los tribunales internacionales, porque está claro que para OIT la educación no está tipificada como servicio esencial. Con lo cual lo que se va a generar es una litigiosidad”. Sin quererlo, Yasky confiesa que la CTERA no luchará por impedir su aprobación en el Congreso y que, en cualquier caso, dejará el asunto para que se resuelva en los tribunales.
Legisladores de la UCR suscriben el proyecto e, hipócritamente, negociaron dentro del paquete de proyectos a tratar en la sesión el de “financiamiento para las universidades”, que el oficialismo rechaza. La “esencialidad” para la educación que apoyan es para limitar las huelgas de la docencia en reclamo de mayores salarios y presupuesto educativo.
Al cierre de esta nota, continuaba la sesión de Diputados. La tarea inmediata es la convocatoria a reuniones y asambleas de activistas para balancear esta jornada de lucha y establecer la continuidad con un plan de acción.