Escribe Sebastián Chirino
Con menos del 1 % de los docentes del distrito, la burocracia aprobó los salarios de miseria de Kicillof.
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El jueves 15 de agosto, con menos de 12 horas de aviso, se realizaron las asambleas extraordinarias del SUTEBA en todas las seccionales de la provincia con el objetivo de aprobar de manera sumaria la propuesta hecha por el gobierno de Kicillof ese mismo día. La oferta salarial de la provincia —un 8 % en dos meses— consolida los salarios docentes entre la línea de indigencia y la de pobreza. El apuro en la realización de las asambleas responde a tratar de evitar que crezca el repudio y la deliberación en las escuelas ante otra oferta salarial que es tomada como una provocación, más aún cuando llegan facturas de luz y gas que, como mínimo, cuadruplican lo que significará el monto de la oferta para cualquiera de los cargos. La burocracia ha transformado las asambleas de afiliados en escribanías de la provincia.
En José C. Paz, la burocracia local, antes de lanzar la convocatoria oficial a la asamblea, se dedicó a llamar a su padrón más cercano para garantizar la aprobación de la rebaja salarial que acordaron de antemano con la provincia. Muchos de esos mensajes individuales se filtraron por la propia indignación de quienes eran invitados “a valorar el esfuerzo de la provincia”. La asamblea contó con la participación de unos 140 afiliados, -menos de un 10 % del padrón de José C. Paz y menos del 1 % de los docentes del distrito-. El informe del secretario general de la seccional arrancó con un escueto informe de la situación nacional y un repaso del “plan de lucha de la CTERA”(sic), es decir un puñado de concentraciones de los aparatos sindicales, vaciadas de cualquier participación de los docentes, comunicados de repudios y llamados “a la más amplia unidad”.
La lista de oradores comenzó con la intervención de una militante de la oficialista Lista Celeste que se centró en atacar a la oposición “por haber provocado a la policía” el día de la concentración convocada por CTERA contra la aprobación en Diputados de la ley de “esencialidad educativa”. Lejos de ser sólo un exabrupto, esta provocación recorrió casi todas las intervenciones de los militantes de la Celeste, incluso de miembros de la mesa de conducción. La justificación de la represión Policial del tándem Bullrich-Milei tuvo durante la asamblea un doble objetivo; por un lado correr el foco de la entrega salarial que estaban militando, y por el otro, justificar la retirada de la plaza luego de un acto que no llegó al estatus de saludo a la bandera. Finalmente la propuesta de la provincia y de la dirección del sindicato se aprobó por mayoría: 91 a favor y 32 en contra.
Desde Tendencia Docente Clasista, llamamos a rechazar la propuesta salarial y denunciamos la sistemática entrega del salario de la burocracia del Suteba, y que la propuesta de la provincia significaba una contribución por parte de Kicillof al plan de recesión económica de Milei-Caputo. En este punto, la complicidad de Ctera-Suteba con el ajuste de Kicillof se explica en que se aferran, incluso a costa de los salarios y del vaciamiento de la educación, a sostener la perspectiva electoral para el 2027. Por eso señalamos que no hay que esperar de esta burocracia ningún plan de lucha real y que hay que impulsar autoconvocatorias para preparar una huelga general educativa hasta derrotar el plan de guerra que tiene a Milei por acción, y a los gobiernos provinciales junto con la burocracia sindical por omisión, en el mismo campo.