La masacre de Gaza y la Convención Demócrata

Escribe El Be

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La Convención de los Demócratas de esta semana estuvo atravesada por la cuestión de la masacre que el Estado de Israel perpetra en la franja de Gaza contra el pueblo palestino, aunque sus organizadores hayan realizado grandes esfuerzos por disimularlo. Desde varios días antes de su realización, se especulaba con que las manifestaciones contra el genocidio palestino podría llegar a boicotear la Convención y arruinar el lanzamiento de candidatura de Harris. “La sombra de 1968 se cierne sobre Chicago antes de la Convención Nacional Demócrata”, titulaba el FT (15/8) en relación a la manifestación contra la guerra de Vietnam en la convención de aquel año, donde la policía de Chicago desató una brutal represión contra los manifestantes. Para la convención de cuatro días se habían planificado unas seis marchas de protesta, aunque la policía de la ciudad estableció un amplio perímetro para que cualquier movilización no llegue a acercarse más que a un par de kilómetros de distancia del United Center.

La Coalición para Marchar en la Convención Nacional Demócrata entabló frustrantes negociaciones con los funcionarios locales a fin de llegar a un acuerdo sobre los permisos y rutas habilitadas para que puedan recorrer los manifestantes. Hatem Abudayyeh, portavoz de la coalición, dijo que los organizadores estaban “decepcionados con la decisión” de limitar la hoja de ruta a unos muy estrechos márgenes. Otros grupos de protesta, como la Coalición de Chicago por la Justicia en Palestina, no llegó a recibir su permiso para manifestar. Alguno de sus portavoces manifestó que el prolongado proceso de obtención de permisos evocaba la forma en que el alcalde de Chicago, en 1968, se opuso a conceder permisos para marchas. La Coalición de Chicago por la Justicia en Palestina sostuvo la consigna de“Cerremos la Convención Nacional Demócrata”y sus cánticos decían ““DNC, don't you lie. Because of you, our people die” ("DNC, no mientan. Por su culpa, nuestra gente muere").

Durante todos los días que duró la convención se realizaron movilizaciones y actos por Palestina en Chicago, a pesar de las acciones represivas de la policía. En una protesta realizada en las afueras del consulado israelí, a menos de tres kilómetros del estadio de la convención demócrata, la policía de la ciudad desató una feroz represión que terminó con decenas de detenidos. La policía declaró que la protesta era “una reunión ilegal”. Los funcionarios policiales dijeron que el número máximo de manifestantes rondó las 4.000 personas y en la última noche de la convención se habían contabilizado unos 72 arrestos. Según los organizadores de las protestas, las movilizaciones alcanzaron unas 20.000 personas.

A pesar de que la entrada al estadio donde se llevaba a cabo la Convención se realizaba con una acreditación previamente aprobada por los organizadores del evento, en las tribunas del lugar pudieron verse algunos carteles como el que sostenía un manifestante que decía “KAMALA: NO A LAS ARMAS DE ISRAEL”. Los organizadores no tardaron en hacer desaparecer la consigna. La convención contó también con delegados demócratas propalestinos, 30 de los cuales realizaron una sentada el miércoles por la noche dentro de la zona segura de la convención, que se prolongó hasta el jueves, para protestar contra la negativa del partido a concederle a su grupo un espacio para hablar. Los activistas querían que un orador subiera al escenario para hablar sobre la masacre en Gaza. Una petición que pedía a los delegados que sean “delegados del alto el fuego” había crecido hasta contar con unos 240 firmantes. Cuando Biden habló el lunes por la noche, alrededor de una docena de activistas propalestinos desplegaron una pancarta que decía “Dejen de armar a Israel”, aunque fue rápidamente bloqueado. Otros delegados participaron en una protesta silenciosa: escribieron “embargo de armas” en sus brazos y se taparon la boca con las manos mientras Biden hablaba. Un periódico informa que “a los disidentes errantes les han quitado las banderas palestinas; un manifestante que llevaba hiyab fue acallado por cánticos de ‘Amamos a Joe’ y golpeado con un cartel de Biden después de interrumpir el discurso del presidente”.

El equipo de campaña de Harris había realizado algunas concesiones menores para contener a un sector de activistas demócratas pro Palestina: entre ellas, la realización de un breve saludo de los activistas con Harris y el candidato a vicepresidente Tim Walz; reuniones con algunos altos funcionarios de la campaña; un espacio de “vigilia” en las afueras del estadio de la convención; y un panel sobre Gaza fuera del escenario principal, que contara con voces propalestinas. También proporcionaron espacio para realizar una conferencia de prensa. “Están organizando paneles y conferencias de prensa para asegurarse de que su presencia se sienta y que sus demandas se conozcan”, dijo uno de los organizadores. Según algunos medios, esas concesiones garantizaron que la mayoría de las protestas se mantuvieran encuadradas en lo permitido por la policía y que la convocatoria no rebasara determinados límites. El permiso para las manifestaciones finalmente se estableció en una cuarentena cuadras de distancia de la convención.

Pero los delegados propalestinos intensificaron su demanda de un espacio para hablar en el escenario principal después de que el miércoles se tomara la decisión de que hablaran los padres de un rehén estadounidense israelí. El sindicato United Auto Workers, que apoya la candidatura demócrata, emitió un comunicado en el que afirma que si “queremos ganar estas elecciones, el Partido Demócrata debe permitir que un orador palestino estadounidense se presente en el escenario de la Convención Nacional Demócrata esta noche”. Muchos trabajadores del sindicato UAW viven y votan en Michigan, un estado clave que alberga una gran población árabe estadounidense. Alana Zeitchik, una israelí que es además familiar de un rehén retenido por Hamás, también se pronunció a favor de permitir que un orador propalestino hable. La negativa de la campaña de Harris, confirmada después de que ya había comenzado la tercera noche de la convención, significó un verdadero desaire, según ese sector. Un grupo, Muslim Women for Harris-Walz (Mujeres Musulmanas por Harris-Walz), dijo que se habían "disuelto" luego de esta decisión.

En su discurso, Kamala Harris mencionó el “sufrimiento” en Gaza, pero aseguró que “siempre defenderá el derecho de Israel a defenderse”, dejaron en claro su respaldo a la política de genocidio de Netanyahu. El primer encuentro de Kamala Harris con manifestantes propalestinos desde que se convirtió en la candidata demócrata se había producido en realidad en un mitin de campaña en un suburbio de Michigan el 7 de agosto. Mientras Harris hablaba en el estrado, los disidentes interrumpían su discurso con el cántico: “Kamala, Kamala you can't hide! We won't vote for genocide” (Kamala, Kamala, ¡no te puedes esconder! ¡No votaremos por el genocidio!). La respuesta de Harris a los manifestantes que interrumpían su discurso fue espetarles que “si quieren que Donald Trump gane, entonces díganlo. De lo contrario, hablaré yo”.

El episodio fue notable por un motivo adicional: Michigan fue el lugar de nacimiento del movimiento que llamó a un sector de los demócratas a emitir votos “no comprometidos” durante las primarias, para protestar contra la gestión de Joe Biden en la guerra en Gaza. Alrededor del 13 % de los votantes en las primarias demócratas de Michigan lo hicieron. “El voto de protesta fue más pronunciado en los campus universitarios y en la ciudad de Dearborn, donde la mayoría de los residentes son de ascendencia árabe. En casi la mitad de los distritos de Dearborn, el voto no comprometido venció a Biden” (The Economist, 13/8). El Movimiento Nacional No Comprometido, que representa a unas 750.000 personas que votaron sin compromiso en las primarias demócratas, reclama por un embargo de armas a Israel y tenían intenciones de presionar para que la convención del partido aborde la masacre en Gaza. El movimiento representa también un desafío para el candidato a vicepresidente Tim Walz, ya que el gobernador de Minnesota proviene de un estado donde casi el 19 por ciento de los votantes de las primarias votaron "sin compromiso".

Algunos de los dirigentes demócratas sobre los que se tenían mayores expectativas en sus posturas sobre Gaza, como Bernie Sanders o Alexandria Ocasio-Cortez, no se salieron del libreto de su apoyo incondicional al tándem Biden-Harris. Ocasio-Cortez aseguró en su discurso que la vicepresidenta ha trabajado "incansablemente" para poner fin a la guerra de Gaza, mientras que Sanders se limitó a decir que “debemos poner fin a esta horrible guerra en Gaza, traer a casa a los rehenes y exigir un alto el fuego inmediato”. Para el Washington Post (21/8), “fue un cambio notable de tono para el grupo que hace más de ocho años instó a Sanders a presentarse en un esfuerzo por empujar a los demócratas hacia la izquierda en política económica, cambio climático y relaciones internacionales”. El alineamiento de Sanders con Biden es total, al punto tal que llegó a afirmar que el actual mandatario “podría ser el presidente más progresista desde Franklin D. Roosevelt”.

La semana pasada Biden aprobó otro paquete de armas de 20.000 millones de dólares para Israel. “Mientras el bombardeo de Israel en Gaza sigue dividiendo a los demócratas en general, los progresistas también se han preguntado cuánto cambio pueden generar dentro de los confines de un aparato partidario que, por momentos, se ha mostrado reacio a abrazar su ideología”, asegura The Washington Post (21/8). Otro periódico informa que “Liano Sharon, un delegado de Michigan que ayudó a desplegar el cartel de “DEJEN DE ARMAR A ISRAEL” en la convención del lunes, dijo que la primera inspiración que tuvo para unirse al Partido Demócrata fue el mensaje de Sanders en 2016 a los progresistas para que tomaran el control del partido. Los demócratas lo han decepcionado en repetidas ocasiones, incluso cuando los que estaban en el salón le arrancaron el cartel”. A pesar de eso, el delegado aseguró que votará por Harris. “Mi voto en las elecciones generales es contra Donald Trump”, explicó.

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Un genocida en el Capitolio Por Olga Cristóbal, 29/07/2024.

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