Escribe Patricia Urones
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Hace cinco días que los incendios se han reavivado en la zona noroeste de la provincia de Córdoba. El día jueves se reavivaron cuatro focos: Capilla del Monte, Punilla, Río Segundo y Río Cuarto. En lo que va del año 2024 se estima que ya son más de 40.000 ha las afectadas por los incendios, algunos medios hablan de 100.000. Fueron arrasadas 5.000 ha en La Calera (departamento Colón) y Malagueño (departamento Santa María) -localidades que, por su cercanía al departamento capital, se consideran como “Gran Córdoba”-; más de 7.000 en la zona sur del Cerro Champaquí; 12.000 ha en el Valle de Calamuchita -a principios de este mes- y ya van más de 11.000 en el norte del departamento de Punilla, se habla, luego del fin de semana,de más de 60.000.
En los últimos casi cuatro años la provincia de Córdoba ha perdido más de 500.000 ha., con su pico culminante en 2020, cuando fueron devoradas por el fuego mas de 340.000. Es la provincia más castigada este año. Los incendios se producen cuando la región del Cono Sur ingresa en el ciclo de La Niña, caracterizada por elevamiento de temperaturas y baja en las precipitaciones. A su vez, este fenómeno debe enmarcarse en el cuadro más general del cambio climático. Nuestro planeta viene asistiendo a un aumento sistemático de los registros de temperatura. Tanto la tierra como los océanos vienen rompiendo récords de temperaturas en los últimos 50 años. Esta situación se observó con mayor énfasis en el último año. El cambio climático y La Niña generan condiciones más que propicias para la generación de focos de incendio. Los campos secos son el combustible ideal para la propagación acelerada del fuego. Zonas impensadas por su supuesta reserva de humedad, como el mismísimo Amazonas, vienen sufriendo incendios voraces sin tregua.
Se cuentan por decenas los evacuados y las viviendas quemadas puesto que el fuego destruye barrios enteros a su paso. La vegetación y la fauna nativa también fueron destruidas. Aún no existe un balance del patrimonio natural y social perdido. Enfrentando el fuego se encuentran cuadrillas de bomberos provenientes de diferentes localidades de la provincia, junto a personal de Defensa Civil y del Plan Provincial de Manejo del Fuego. Los recursos puestos a disposición son superados por la tragedia de tal manera, que hace tiempo se organizan brigadas de combate al fuego autoconvocadas, con las cuales los vecinos colaboran con vestimenta y materiales de primeros auxilios. El gobierno nacional no ha dictado aún la Catástrofe Ígnea y en la página oficial de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes no se observa comunicado al respecto. Al frente de esta secretaría se encuentra nada más y nada menos que el otrora menemista, luego kirchnerista y ahora mileísta Daniel Scioli. Aunque los medios mencionan que en la provincia se encuentra colaborando personal del Plan Nacional de Manejo del Fuego, lo cierto es que no hay información oficial de los recursos nacionales puestos a disposición. En cambio, si es harto sabido que este programa fue el que más recorte sufrió, de todo el recorte presupuestario hecho en el ex Ministerio de Ambiente (hoy, Subsecretaría). Mientras la maquinaria, el personal y los aviones hidrantes brillan por su ausencia en una cantidad acorde a tamaño incendio, para combatirlo, el Gobierno se vanaglorió del gasto de millones de dólares, que no tiene, en la compra de aviones de guerra F-16, en un intento de alinearse con la OTAN, embarcada en una guerra contra Rusia y China.
Los bomberos y el personal del Plan Provincial de Manejo del Fuego señalan que las zonas donde principalmente se inician los incendios son el oeste del Gran Córdoba y el norte del departamento de Punilla, dos áreas codiciadas por el negocio inmobiliario. Los trabajadores denuncian que los incendios son provocados para la construcción de megaemprendimientos inmobiliarios destinados al turismo o para la reconversión de montes naturales en el campo para el agronegocio. Se hace imprescindible la inmediata puesta a disposición por parte del gobierno nacional de los recursos para el combate al fuego. La investigación de los hechos para llegar a los verdaderos responsables de los incendios sistemáticos y la prohibición de la reconversión de tierras a otros usos. La organización y la movilización son los recursos que tenemos los trabajadores para arrancar estas exigencias al Estado.