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El mediodía de hoy las trabajadoras y los trabajadores del Hospital Bonaparte fuimos notificados por parte del director, Dr. Christian Baldino, que nuestra institución sería cerrada el día lunes -7 de octubre-. Según el comunicado el cierre sería progresivo. En consecuencia, a partir del momento de este anuncio, los dispositivos de guardia e internación dejaron de funcionar. El Dr. Baldino fue nombrado recientemente y desde su llegada intentó imponer una política conservadora y, aunque decía apoyar la Ley de Salud Mental, en los hechos se caracterizaba por emplear prácticas contrarias a esta legislación. Evidentemente, Baldino fue una pieza necesaria para el cierre del Bonaparte. No hubo explicación en relación a qué pasará con los pacientes internados, ni con los que realizan tratamientos ambulatorios. Los pacientes se encuentran consternados ante tal situación de invalidez. Ni tampoco a la situación laboral de los trabajadores.
En el hospital somos aproximadamente 400 empleados, profesionales y no profesionales. Siendo más del 90% todos contratados dado que no hay concursos desde el año 1995 y son muy pocos los cargos de planta que aún permanecen. Estos contratos se han renovado históricamente cada año, pero desde el gobierno de Milei comenzaron a renovarse por trimestre, lo cual aumentaba la precarización e inestabilidad laboral. El 30 de septiembre pasado se vencieron los contratos. Al despedirse en agosto pasado a 29 compañeros, comenzó a generarse una situación de preocupación. La incertidumbre aumentó cuando el vocero presidencial Manuel Adorni declaró que “todos los hospitales Nacionales pasarán a depender de las respectivas jurisdicciones”, ejemplificando con el Bonaparte que pasaría a depender de CABA.
UPCN como es de esperar, no tomó ninguna medida y convocó a una asamblea el lunes “dado que no hay ningún decreto aún”, y estarían en contacto permanente con el ministerio para clarificar la situación.
La Junta Interna de ATE Verde Blanca y Negra participa de la toma y ha generado espacios de asamblea y consiguiente organización. Hubo cierta reticencia de su parte en la asamblea primera a que algunos compañeros tomaran la palabra y eran quienes proponían la toma. Además de un empeño particular en levantar el corte total de calle que se había logrado, pidiendo que se dejara un carril libre. Pedido que ni la policía nos solicitaba. A pesar de la actitud de los personeros de ATE, trabajadores, incluso sin afiliación, no se movieron de su lugar y la calle continuó cortada. Cuando un representante de ATE tomó la palabra para insistir en liberar un carril fue acallado por los congregados quienes comenzaron a gritar la consigna “¡Unidad de los trabajadores! ¡Y al que no le gusta, se jode, se jode!”
Diferentes organizaciones se han acercado a solidarizarse con la lucha, uniéndose además estudiantes, residentes, representantes de otros hospitales y jubilados. Es necesario destacar la presencia de pacientes que en la asamblea, la cual sucedió en la calle, tomaron la palabra agradeciendo la ayuda del Hospital Laura Bonaparte.
Con gritos de “unidad de los trabajadores” y “paro general”, se cierra la segunda asamblea del día, esperando que el intento de cierre de un hospital nacional, sea el principio de la caída del presidente Milei.