Ludopatía infantil y ´niños inversores´: la barbarie disfrazada de “oportunidad financiera”

Escribe Walter Sánchez

Tiempo de lectura: 2 minutos

Mientras la ludopatía infantil hace estragos, incentivada por el bombardeo publicitario de los sitios de apuestas deportivas, la semana pasada se publicó una resolución que autoriza a los chicos desde los 13 años a operar en el mercado de capitales. Cualquier niño con Mercado Pago u otra billetera virtual puede acceder a las operaciones bursátiles, tan fácil como lo es ahora entrar a un sitio de apuestas. Como ocurre con cualquier adicción, la puerta de entrada se abre fácilmente. El hecho de que se necesite autorización de los padres no es ninguna garantía. La miseria social ampliada hasta niveles históricos por el gobierno liberticida estimula la ilusión de "salvarse", ya sea apostando al resultado de un partido de fútbol, a los vaivenes de la Bolsa, o a una estafa piramidal como la que capturó a buena parte del pueblo de San Pedro. El resultado es una gigantesca trasferencia de ingresos de las familias al capital financiero, a los capitalistas del juego y a los bolsillos de los embaucadores.

La idea de “ganar dinero” sin trabajar, desde tu celular, ganar dinero fácil, simulando ser una llave a la “autorrealización e independencia económica” es un "cuento chino", un burdo intento de desmoralizar a los trabajadores y convencerlos de que se puede salir de la pobreza de manera individual. Es una de las tantas formas de alienación social de nuestra clase ya que se espera que alguna fuerza sobrenatural les sonría y les devuelva el capital ´invertido´ (apostado).

El capitalismo, en su etapa decadente, no solo se encuentra lejos de poder ofrecer a los jóvenes una perspectiva de futuro, sino que es responsable absoluto de su denigración moral y psíquica.

Educación financiera, el falso debate de los “expertos”

En los argumentos de la resolución que autoriza el ingreso de los ´jóvenes inversores´ se explica que el objetivo es impulsar “la educación financiera” de la juventud. Jorge Macri, por caso, impulsa en CABA una reforma educativa que contempla la inclusión de contenidos de “educación financiera” de manera transversal en otras materias, a partir de cuarto grado. En la secundaria se dicta el curso “Construí tu futuro” (SIC) en el último año, que incluye 14 horas cátedra de “educación financiera” y otras 7 de “habilidades para la empleabilidad”. Un niño de 13 años no está en condiciones psíquicas, emocionales, para tomar decisiones de adultos y menos en un lugar tan complejo como la bolsa de valores. A esa edad los chicos deben estar jugando, haciendo amistades, divertirse y no pensar en la caída del Merval. Una pseudo “psicopedagoga, educadora y asesora financiera” entrevistada por Clarín (10/10) recomienda “los cursos que da la fundación de la Bolsa de Comercio” y una “regla básica de las finanzas”, la del 70/30. ¿Qué implica? “Destinar el 70 % de nuestros ingresos a gastos fijos y variables, el 10 % a armar un fondo de emergencia en una sociedad de bolsa regulada (que permitirá tener el equivalente a unos 12 ingresos al cabo de 5 años), un 10 % al disfrute y un 10 % para planificar a corto y largo plazo en una compañía de seguros”. Un disparate, especialmente cuando los salarios promedian apenas los 450.000 pesos. Más de la mitad de las familias argentinas no llegan cubrir las necesidades básicas ni destinando el 100 % de los ingresos. El único objetivo es que los niños de 13 años apuesten el dinero que sus padres el dan para la SUBE o el almuerzo o los libros y lo gasten en la timba financiera.

El capitalismo está podrido.

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