Escribe Sara Vera
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El asesinato de Mariano marco un antes y un después. Su asesinato y las heridas que le han dejado a Elsa Rodríguez, Ariel Pinto y Nelson Aguirre, fue una muestra de la barbarie del régimen político.
Hoy, 14 años después y como en el 2010, la juventud se vuelve a levantar para ser escuchada, cuando la educación y salud pública están en peligro.
Hoy miles de estudiantes y trabajadores salud salen a reclamar por su derecho. Esa lucha no puede ser callada, esa lucha no debe cesar.
La lucha de Mariano nos ha enseñado a no bajar los brazos. Su memoria tiene que ser considerada como el mejor ejemplo. La mejor memoria de recordar a Mariano es en la calle y nunca bajando la bandera.
Por tu memoria y las enseñanzas que nos dejaste, Mariano Ferreyra Siempre Presente.