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El mismo día que la Cámara de Diputados sostuvo el veto de Milei a la llamada “Ley de Financiamiento Universitario”, se realizó en la Universidad de José C. Paz -UNPAZ-, como en todas las universidades del país, una asamblea interclaustro de carácter autoconvocado que votó el inicio de la toma de la universidad por 48 horas. La asamblea contó con una concurrencia de aproximadamente 300 asistentes.
El lunes 14, luego del fin de semana, se vuelve a reunir la asamblea con el objetivo de discutir las acciones a seguir en la semana que se iniciaba: esta vez la concurrencia fue abrumadora. Unos mil estudiantes coparon el hall central y los pisos superiores que funcionaban como palco. La masividad de la asamblea indicaba la voluntad de continuar la lucha. También participaron las direcciones de los gremios docentes y no docente de la universidad, que junto a estudiantes de las distintas agrupaciones oficiaron como moderadores de un debate que tuvo más de 45 oradores, entre los que no solo hubo miembros de los claustros. Participaron distintos sectores y actores de la comunidad paceña (jubilados, trabajadores de comercio en lucha por la reincorporación, docentes del distrito), quienes expresaron su apoyo a la toma y la intención de llevar adelante una lucha de conjunto contra el gobierno liberticida de Milei y del conjunto del régimen político.
La masiva asamblea del lunes votó un programa de lucha por amplia mayoría, la continuidad de la toma y acciones que iban desde clases públicas a movilizaciones. Sólo se opusieron a la continuidad de la toma desde la agrupación “Descamisados”, que perdieron por goleada cuando presentaron una moción que intentaba desmovilizar al movimiento estudiantil y reemplazar la toma por “acciones de visibilización”. Otro episodio que mostró la predisposición de la asamblea a la lucha fue el absoluto repudio ante la intervención de un provocador que quiso esgrimir los argumentos del Gobierno.
En la universidad nacional de José C. Paz, los centros de estudiantes son por departamento y, en distintos grados, son afines al aparato municipal o a distintas facciones del PJ. Es decir, son tributarios a quienes hoy representan una política de impedimento para las movilizaciones populares, ya que su estrategia pasa por llevar el descontento social y político creciente con el gobierno nacional al terreno electoral, el famoso “hay 2025 o 2027”. Sus principales dirigentes lo han dejado claro, cuando la juventud está iniciando un proceso de movilizaciones que tienen a las universidades como el centro político de organización de ese proceso. En este contexto se entiende por qué no son las direcciones de los centros de estudiantes de los departamentos las que impulsan ni sostienen la toma de la universidad. Por el contrario, más allá de algunas excepciones, se manifiesta una intención de vaciar de contenido las acciones votadas por las asambleas. Así se observó en la movilización votada para el miércoles, que los centros de estudiantes boicotearon con no sacar siquiera un flyer de convocatoria.
Por su parte, los sindicatos, que en la UNPAZ participaron activamente de las asambleas, tienden a separar la lucha, disfrazando este accionar tras el eufemismo del “respeto a las resoluciones del Frente de Unidad Sindical”. De fondo intentan reorientar la lucha de nuevo hacia el campo parlamentario, estrategia central de CIN, que espera arañar una parte de caja del presupuesto 2025. Los paros de los gremios docentes y no docentes, de carácter pasivos y domingueros, sin presencia en las tomas, intentan “enfriar” y descomprimir el proceso.
El viernes 18 se realizó una nueva asamblea para hacer un balance y discutir las próximas acciones, luego de una semana álgida de actividades, horas sin dormir y movilizaciones. Se sintieron el desgaste y las maniobras para desmovilizar. Se propusieron distintas mociones, como una nueva toma de 24 horas para el jueves 24 y finalizar en una asamblea el viernes, sacar las banderas políticas de las movilizaciones (propuesta del sector peronista, quienes tienen banderas en toda la facultad) y una nueva movilización a Plaza de Mayo el 30 o 31.
Se puso a votación la adhesión a un documento votado en la asamblea nacional estudiantil, conformada por todas las universidades del país, donde se denuncia y repudia las maniobras de las agrupaciones que intentan boicotear constantemente las medidas de fuerza tomadas, pero finalmente salió por la negativa por la diferencia de solamente dos votos, en un distrito y una universidad profundamente peronista. Los estudiantes junto con el movimiento obrero debemos reflexionar y sacar conclusiones acerca de una representación política y gremial que no acompaña las acciones tomadas y discutidas desde las bases, sino todo lo contrario, funcionan como un gran obstáculo.
Llamamos a conformar organismos independientes y autoconvocados por fuera de estas burocracias. Llevemos el debate a todos los lugares de estudio, de trabajo y unamos fuerzas de cara a una gran asamblea que discuta un plan de lucha coordinado con todos los sectores en lucha y tenga como horizonte tomar las calles e ir a una gran huelga política de masas.