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En la mañana de ayer, lunes 4 de noviembre, nos enteramos del fallecimiento de Roberto Álvarez, “El Barba”, trabajador gráfico, militante del Partido Obrero desde finales de los años 90.
Había nacido en Benito Legerén, una localidad cercana a la ciudad de Concordia, Entre Ríos. En los años 50, era un pueblo animado por el Frigorífico Yuquerí, donde trabajaba su familia. Sus primeros pasos militantes lo llevaron a enrolarse en la JP, pero luego, durante la dictadura, pasaría a militar en el Partido Intransigente y a laburar en el gremio gráfico.
Siendo secretario de la Comisión Interna de Cotigraf, un importantre taller instalado en Lanús, y congresal de la Lista Verde, en 1997, se movilizó por el triunfo de la lucha de Editorial Atlántida, uno de los grandes conflictos obreros que se desarrollaron durante el segundo mandato presidencial de Carlos Menem, y en el cual el PO tenía responsabilidades políticas y gremiales. A mediados de 1998, ya conocido como “El Barba” entre sus compañeros y el activismo, rompe con la burocracia de Raimundo Ongaro, denunciando la reforma laboral y la asociación de la Verde con el negocio de la jubilación privada. Enfrentó pedidos de desafuero e incluso la persecución judicial. De ese modo se integró al PO.
Militó durante muchos años en la zona sur del Gran Buenos Aires y, más tarde, en el barrio porteño de Parque Patricios. Su semblante se hizo conocido en todo el país luego de que perdiera un ojo durante la represión de Macri-Burllrich a las movilizaciones contra la reforma previsional de 2017. Dio sobrado testimonio de valor personal y aprovechó aquel involuntario ´estrellato´ para denunciar al gobierno hambreador.
En la crisis del PO, se mantuvo con el aparato liquidador y militó en su agrupación de jubilados. A pesar de la distancia política, nunca perdió la ´buena onda´ con los militantes que formamos primero la Tendencia y luego, Política Obrera.
Hasta la victoria siempre, compañero.
“El Barba” Por Lisandro Martínez, 05/11/2024.