Escriben Mariano Hermida y Emiliano Fabris
Los delegados tienen la obligación de votar un plan de lucha.
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El XXXVII Congreso de SUTEBA, el principal sindicato docente de la Provincia de Buenos Aires, se desarrollará el 14 de noviembre. Será precedido por asambleas ordinarias que se realizarán en cada distrito o seccional.
Como viene siendo costumbre, la conducción de SUTEBA (integrada por las listas Celeste y Violeta) no ha presentado un balance económico del sindicato. Su consideración se hará a libro cerrado. SUTEBA, altamente burocratizado, maneja un amplio aparato y centralmente los Centros de Salud (por el cual el afiliado paga un monto extra) y los Centros de Formación, sin concurso de las seccionales. Las opositoras, dirigidas por la Multicolor, vienen reclamando por el ahogo financiero al que se ven sometidas, por incumplimiento de la dirección provincial a enviar la cuota correspondiente que deberían recibir de acuerdo a la cantidad de afiliados. Para tener cuentas públicas y transparentes es necesario cambiar de dirección político-sindical y de régimen gremial.
La dirección Celeste ha impuesto el verticalismo sindical, que rechaza la representación del resto de las tendencias sindicales, el mandato por tiempo definido y el derecho de revocabilidad. El estatuto del SUTEBA reduce la participación de las minorías en todo el resto de sus organismos, como ocurre con las asambleas ordinarias que designan delegados al congreso ordinario, sin debate. El sindicato debe ser una escuela de unidad obrera frente a la patronal y el estado capitalista, sólo posible por medio de la democracia sindical.
El SUTEBA, liderado por Roberto Baradel, representa a una corriente política que proclama a la colaboración entre las clases como su principio rector y fundamental. Es una política de subordinación al capital y de derrotas. Es así como ha entregado nuestros derechos y conquistas a la ofensiva capitalista. Los sindicatos han nacido como instrumentos de lucha de los trabajadores contra el capital, no para ponerse a su servicio, como capataces de un patrón. Con el ascenso de Milei, la conciliación de clases está llevando a los trabajadores a un impasse enorme.
La Celeste trasladó la motosierra ’libertaria’ y la “nac & pop” al salario docente, la obra social y el presupuesto educativo de la provincia. Kicillof juega el mismo rol que antes cumplía Scioli. Tenemos el peor salario en décadas y mayores privilegios a las escuelas privadas. Esta no es la agenda de los trabajadores de la educación, sino de las patronales, incluyendo las educativas. El punto máximo de esta colaboración es el cercenamiento al derecho a huelga, que Kicillof ha aplicado violentamente.
Nuestra corriente plantea que las asambleas y el Congreso Provincial voten un plan de lucha por nuestras reivindicaciones, mediante la organización de una huelga general. La Memoria de la Celeste está ausente de acciones de lucha. Las grandes huelgas del año a nivel provincia fueron las propiciadas por tres sindicatos seccionales dirigidos por corrientes opositoras.
Impulsamos la convocatoria a asambleas y plenarios de delegados con mandato de escuela para votar y organizar un plan de lucha, incluyendo el no inicio de clases para el ciclo 2025. Reclamamos un congreso de bases de la CTERA, para preparar una lucha de carácter general y para terminar con la división del sindicato nacional, que hoy es una cáscara vacía que rompe la unidad de acción de la docencia de todo el país. Debemos darnos los medios para convertirnos en una columna de la lucha contra el gobierno fascistoide.
Por un salario inicial por cargo igual al costo de la canasta familiar, todas las remuneraciones en blanco, de una vez y computables para jubilación. Defensa del 82 % móvil. Indexación mensual por inflación. Rechazamos que Baradel y el FUDB negocien nuestro salario sin mandato. Por paritarios electos por la base en asambleas.
Defensa del IOMA, con plena cobertura de todas las prestaciones. Por un IOMA dirigido por sus afiliados. Licencias médicas respetando la prescripción médica y el Estatuto Docente.
Creación y nombramiento de todos de los cargos faltantes, actos públicos regulares. Plan de obras de infraestructura escolar y aumento del presupuesto educativo bajo control de la docencia. Por un acceso libre e irrestricto y vacantes para todos los niveles educativos.
Defensa irrestricta del derecho a la huelga. Abajo la “esencialidad educativa”. Retiro de las faltas injustificadas y devolución de los días descontados. Abajo la persecución a delegados y activistas docentes.
Defensa del régimen Estatuto del Docente. Pase a planta bajo estatuto de todos los planes educativos precarios.
Ante casos de violencia en las escuelas, protección integral de la docencia con protocolos y medidas de resguardo. Derecho integral a la defensa ante presentación de denuncias. Reparación integral ante falsas denuncias.
Abajo la reforma del régimen académico para el 2025 en el Nivel Secundario. Por un sistema educativo estatal, laico, gratuito, cuyos contenidos, modalidades y necesidades presupuestarias sean determinados por un congreso nacional docente.
Plenarios con mandato de escuelas y colegios para resolver plan de lucha. Ante el inicio de clases del 2025, por la preparación de una huelga general docente.
Por un SUTEBA independiente del Estado y las patronales. Por la sindicalización del conjunto de la docencia, en escuelas públicas y privadas. Por la rotación de todos los cargos directivos en cada renovación. Por el control de las cuentas del sindicato por sus afiliados. Por mayor representación de minorías.